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El Hazard del Chelsea

Eden, por fin. Mucho tiempo esperando este momento. Casi año y medio. Cuando asistí junto a mi hijo a la gran presentación de Hazard en junio de 2019, desbordaba ilusión un Bernabéu casi abarrotado por 50.000 fieles que veían en el belga la sutura de la profunda herida provocada por la marcha de Cristiano. Y era lógica esa fe desatada en el jugador franquicia del Chelsea. Durante años disfrutamos con él en la Premier, mostrándose como una máquina en el uno contra uno y poseedor de muchísimos recursos para desequilibrar defensas rivales. Un ‘Top Five’ a nivel mundial, sólo por detrás de los Cristiano, Messi, Mbappé y Neymar. Un fichajazo que no admitía discusión. Pero ya saben que entre sobrepesos y lesiones no hemos podido disfrutar de esa versión de Stamford Bridge que tanto hemos anhelado sin éxito. Hasta este 31 de octubre de 2020. En una happy hour (una hora es lo que estuvo en el campo), Hazard nos recordó que el talento no tiene fecha de caducidad y que cuando uno se cuida y tiene la máquina a punto, el resto sale solito. Ante el Huesca vimos un Hazard desinhibido, atrevido, fino, rápido, con chispa y hambre futbolística. Su golazo, el que abrió la lata, reivindica su capacidad para sorprender a las zagas enemigas. Se giró y desde 27,2 metros soltó un zurdazo imparable para Andrés Fernández y para cualquier portero que se hubiese puesto delante de la trayectoria. Un gol de liberación, de explosión, de reivindicación. Su segundo gol en 24 partidos de blanco. Desde ahora llegarán muchos más. Luego le vimos maniobras espléndidas, como en la jugada del 3-0 de Valverde. Este Hazard es el que temen los rivales y el que se gana el respeto de su propio vestuario. Un jugador desequilibrante que te permite soñar en mayúsculas con cualquier reto que el equipo se ponga por delante. Este es el Hazard del Chelsea. ¡Por fin!

Benzema & Vini. Estábamos en la semana enquistada por la pillada de Benzema rajando de Vinicius en Alemania. Ya sé que esto en los códigos del fútbol se ve como algo normal y habitual, como nos recordaba el gran Gustavo López en el Carrusel (¡felicidades por tu nombramiento como Embajador de tu amado Independiente, Cuervo!). Pero es evidente que esa imagen no le ha hecho bien a Karim (que se ha puesto pichichi del Madrid con su doblete ante los oscenses: ahora lleva 4 dianas), ni su posterior reacción en sus redes sociales en las que no mostraba el menor arrepentimiento. Lo importante es que los dos se busquen en el campo y antepongan el interés del equipo a sus gustos personales. Que se vayan o no de cañas tras los entrenamientos nos da igual. Coincidieron la última media hora y me gustó la actitud positiva de ambos. Vinicius hizo un jugadón a poco de salir y asistió a Karim (por poco no entró lo que hubiera sido un golazo) y los dos hicieron gestos que sonaban a reconciliación. Mejor así, chicos.

El Huesca de Míchel. Tiene mucho mérito lo que han hecho estos años los altoaragoneses. Con Míchel, que ayer cumplió 45 años, han adquirido un estilo atractivo de juego. Sin duda, la clasificación no refleja los méritos de su propuesta. Les falta gol y más contundencia en defensa, cierto, pero si no son infieles a esa manera de entender el fútbol merecerían quedarse otro año más entre los grandes.

Que viene el Inter. Una vez cumplidos los deberes, la tropa de Zidane debe poner sus cinco sentidos en la gran cita del martes con el Inter. Un partidazo entre dos históricos a los que sólo les vale ganar. Zizou reservó de inicio a Varane, Mendy y Kroos. No hubo lesionados y parece que todos estarán listos para la batalla con los guerreros de Conte. Ojalá veamos un Madrid de Champions con mayúsculas. Con Hazard al frente.