Y lo bonito que está quedando el Bernabéu, ¿qué?
Que al Real Madrid le falta gol no es cosa de ayer, ni de anteayer. La cosa viene de lejos, exactamente desde que se marchó Cristiano Ronaldo y Florentino Pérez decidió que tampoco era tan grave. Y a pesar de que la temporada pasada para andar por casa -en LaLiga con un Barça aún más decadente que él- bastaba, y que el Manchester City le sacó los colores en Europa, el mandamás persistió en su idea de que no hacía falta fichar y ¡uy! la pandemia. Y sobre todo, sobre todo, mientras construye su obra magna en un estadio que además de restaurantes, palcos VIPS, una pantalla gigante de 360 grados y un techo retráctil del copón, añadirá un campo de fútbol con césped y porterías, por aquello de que haya fútbol. Con el empate en el último momento ante el Borussia, el sexto clasificado de la Bundesliga, no se disipa aún la posibilidad de que el Madrid termine jugando la Europa League, pero me imagino a los aficionados paseando por la Castellana, viendo las grúas gigantes, henchidos de felicidad, extasiados ante lo que adivinan y exclamando: Y lo bonito que está quedando el Bernabéu, ¿qué?
El partido en el Borussia Park fue desesperante. Una primera parte en la que el Madrid remató hasta en once ocasiones y un equipo alemán que aprovechó la única que tuvo tras un error de Kroos, que no tuvo la noche, para marcar en el 32'. En Europa si necesitas cinco ocasiones para marcar una estás muerto, y los arreones finales con Sergio Ramos de delantero centro y con Casemiro de salvador en el 90' serán pan para hoy y hambre para mañana. Esta vez ya no cuela lo de Zidane y sus experimentos porque repitió, salvo Lucas Vázquez de lateral, la alineación que tan buen resultado le dio en el Camp Nou. Pero el Barça, ahora mismo, no puede ser la referencia para nadie. Y menos para el Real Madrid. Sí, ya sé que lo de los milagros ha funcionado antes, pero empatar en el último minuto ante el Borussia Mönchengladbach es evitar el desastre y no invita a soñar con la Champions por mucho que se esté construyendo un estadio fabuloso.