La presión y los extremos de Luis Enrique

La Selección de Luis Enrique es ya un equipo reconocible. Además de contar con un bloque cada vez más definido, su modelo de juego se ve ya en cada partido. La fase defensiva empieza con una presión organizada y ensayada sobre el inicio de juego del rival. De esa manera, llegó el gol que dio la victoria ante Suiza y así logró embotellar a Portugal en un arranque de partido formidable en el que solo faltó el gol. La fase ofensiva empieza con el inicio de juego en corto que el portero, que con su buen pie logra la primera superioridad, busca al central, al lateral o al interior, con la progresión preparada. Mientras, los extremos esperan en su posición, dando amplitud, a que les llegue el balón.

De la buena colocación y la paciencia de los extremos depende gran parte del éxito de la manera de jugar de la Selección de Luis Enrique. Deben aguardar desde su posición a que los compañeros les traigan la pelota y a partir de ahí se inicia el ataque y buscan el uno contra uno o se asocian con los interiores y los laterales, jugando entre líneas, buscando diagonales o alcanzar la línea de fondo para realizar sus centros. En la transición defensiva, hay presión tras pérdida y en la transición ofensiva, el seleccionador fomenta los ataques rápidos y verticales. La España de Luis Enrique ya sabe ganar con holgura y sufriendo. El seleccionador ha dicho que Adama y Ansu pueden jugar juntos. A ver si los pone hoy ante Ucrania. De extremos.