Y de repente, la Champions de fútbol sala. Travesuras del coronavirus. El campeón de Europa de la temporada 2019-20 se resuelve entre el viernes y el domingo con una Final Four en Barcelona, cuando originalmente estaba fechada en abril en Minsk. El torneo arranca con un doble duelo hispano-ruso: el Barça, anfitrión sin público en el Palau, contra el Partido Comunista, que lidera el español Lin, en busca de su tercer entorchado continental, que no gana desde 2014; y ElPozo Murcia frente al Tyumen, en persecución de una anhelada corona que se escapó en 2008. Las cancelaciones de la etapa más dura de la pandemia empujaron esta cita de primavera a otoño, como ha sucedido con otros eventos como Roland Garros o el Giro, aunque en deportes de equipo suena aún más raro.

La mudanza de fechas tendrá una incidencia decisiva. Por un lado, porque los dos bloques rusos llegan mucho más rodados que sus rivales, que acaban de empezar la Liga hace una semana. Y, por otro, porque la UEFA obliga a jugar con las plantillas del curso pasado, lo que provoca varias contradicciones. Obviamente, los futbolistas que se han ido no pueden volver para este reto. Y los nuevos fichajes tampoco pueden alinearse con su equipo si ya compitieron entonces en Europa con otro, como son los casos de Coelho en el Barça, que jugó con el Benfica, y de Juanjo en ElPozo, que lo hizo de azulgrana. La situación del histórico portero es todavía más paradójica, porque no puede optar al título con su actual camiseta del Murcia, pero sí sería campeón si el Barcelona alzara el trofeo, porque en la pasada campaña fue artífice de su pase a la Final Four. Entonces, ¿con quién va Juanjo este fin de semana? Un dilema. Quien sí tiene claro el bando es el Valdepeñas, vigente subcampeón liguero, que disputará la próxima Champions si no ganan el título ni Barça ni ElPozo. La Mancha alienta a Rusia.