No es una final, pero sí un partido muy importante
Partido clave el de la visita del Eibar. Rival directísimo, como se demostró el año pasado, para la lucha por el descenso. Dos equipos que han empezado mal, el Eibar con un punto menos y con peores sensaciones de juego, pero trayectorias similares las de los de Mendilibar y los de Sergio. No es una final porque parece una estupidez calificar así un partido en la quinta jornada del campeonato, pero es un partido muy importante. El año pasado el Real Valladolid basó su permanencia en los puntos que arrebató a todos los rivales de la zona baja. Y este año puede necesitar algo parecido viendo las dificultades que tiene para derrotar a rivales con un presupuesto y una plantilla superior. Y es partido clave porque servirá para elevar los ánimos y aportar tranquilidad en caso de victoria y para todo lo contrario como las cosas no salgan bien. En el caso del Eibar puede ocurrir algo similar. Un punto y derrota en casa ante el Elche no es como para que Amaia Gorostiza o Garagarza puedan estar muy tranquilos. Por eso estamos aventurados a vivir un partido intenso y de nervios que habrá que saber manejar con habilidad.
Le llega al Valladolid un calendario más bonancible a partir de mañana. Eibar, Huesca y Alavés van a ser las piedras de toque que marquen el futuro. Son partidos para hacer granero y para escapar de abajo. Tras el Eibar llegará el parón y el cierre del mercado. Sergio sabrá ya con lo que cuenta. Los jugadores podrán tener un tono físico ideal. Ya no habrá cosas que impidan dar el máximo del rendimiento a la plantilla. En definitiva, por muchas razones, octubre será un mes clave en el devenir de la temporada.
Y tras lo de Madrid hay motivos para tener confianza en que se está en el buen camino. Roberto, Weissman, Orellana, Marcos André… gente que ha llegado para aportar. Derrota injusta ante los de Zidane y desparpajo en ataque que acabará dando sus frutos. Es curioso, pero ahora lo que más preocupa es la seguridad defensiva. No es que se esté defendiendo mal, es que los errores individuales están lastrando al equipo atrás. Lo de Masip ante la Real, lo de Plano en Sevilla o lo de Bruno en Madrid no puede pasar en equipos de alto nivel. La exigencia es máxima y la concentración debe ser total. Esos errores frívolos son determinantes para mal y se tienen que acabar para que el Valladolid salga de los puestos de descenso en los que ahora está.
Y hasta el lunes viviremos horas interesantes. El club lucha por disponer de límite salarial para cerrar todo lo que falta por llegar. De momento, lo de Janko sentencia uno de los asuntos del verano, la situación del lateral derecho. Con el suizo y con Luis Pérez como apuestas de futuro, no tiene demasiada cabida en el equipo Moyano. Parece que lo ideal para todos es que pudiera salir. El club trata de rejuvenecerse y si llega otro mediocentro la salida de Michel también parece lo ideal. Futbolistas que han aportado mucho al Valladolid, que han sido importantes, pero a los que ha llegado el momento de relevar valorando todo lo que han hecho aquí. Aquello de renovarse o morir. En eso se está y cualquier cosa puede pasar al respecto hasta el lunes por la noche.