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Pugna por ser primero

Al Barcelona le ocurrió al revés que al Madrid: el primer rival que salió, la Juventus, metió el miedo en el cuerpo. Pero luego todo se suavizó: ni un Ferencvaros que regresa tras 25 años de ausencia ni un Dinamo de Kiev que ni le compitió la liga ucraniana al Shakhtar parecen rivales para comprometer su acceso a los octavos de final. La primera plaza se va a cotizar cara: probablemente se vaya más allá de los 15 puntos.

Juventus: inicio de un proyecto. Que la Champions es una obsesión en Turín se explica relatando un dato: en los dos últimos veranos el entrenador de la Juventus ha sido destituido pese a ganar la liga. Italia ya no basta, ya casi se da por sentada, y la exigencia (si eso puede existir en la Champions) está en Europa. Andrea Pirlo llega al banquillo sin ninguna experiencia, pero con el bagaje del futbolista superlativo y delicioso que fue. Los cracks ya estaban en la plantilla, por lo que se ha reforzado en puestos de apoyo: McKennie para ganar dinamismo en el medio centro y Kulusevski para mezclar físico y calidad en la llegada desde segunda línea. Las primeras decisiones del nuevo técnico han parecido novedosas, atrevidas y hasta experimentales. La sensación es que tardaremos unos meses aún en ver el equipo que quiere Pirlo, y esto puede ser una ventaja para el Barcelona.

Cristiano conduce el balón en un partido de la Juventus.
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Cristiano conduce el balón en un partido de la Juventus.AFP7 / Europa PressEuropa Press

Dinamo: el morbo está en el banquillo. Mircea Lucescu es un viejo enemigo del Barcelona, aunque en realidad el elemento picante de su llegada a Kiev es en clave nacional: que una leyenda del Shakhtar, donde estuvo doce años, haya fichado ahora por el eterno rival ha provocado sentimientos encontrados en ambos clubes. Pero necesitaba el Dinamo agitar algo para modificar una inercia deprimente: el año pasado casi le quitan la segunda plaza el Zorya, el Desna y el Oleksandriya, tres conjuntos con los que peleó en una batalla a cuatro muy pareja. La ilusión la aportan los jóvenes, con cuatro jugadores sub-21 en el equipo titular que ganó con suficiencia al Gante en la previa. Supriaha y Shaparenko son los más estimulantes.

Ferencvaros: el retorno húngaro. No es fácil, con el formato actual, que el campeón magiar se meta en la fase de grupos. Tuvo que pasar cuatro previas, algunas de ellas meritorias, como aquellas en las que echó al Celtic y al Dinamo de Zagreb. Lo ha conseguido con Sergei Rebrov como técnico y su premio será enfrentarse al club en el que fue leyenda.