Rivales del Barça en Champions: Juventus, Dinamo y Ferencvaros
El enfrentamiento Messi-Cristiano pone el morbo. La Juve llega cambiada con Pirlo. El Dinamo es un bloque compacto y el Ferencvaros de Rebrov ha hecho historia.
Juventus
El sueño de la Champions planea sobre la Juventus. Desde 1996 no conquista el trofeo continental y este largo período de sequía lo mueve todo en el club de Turín. Las eliminaciones pasadas ante Ajax y Lyon han dolido demasiado, y la Juve no puede dejar pasar otra nueva oportunidad. La llegada del ídolo Pirlo al banquillo pretende dar un nuevo impulso para lograr un objetivo que se le escapa pese al fichaje rutilante de Cristiano hace dos temporadas.
Al Pirlo jugador siempre le distinguió la creatividad, y desde esa percepción trabaja a esta Juventus. Los dos primeros partidos de la Serie A ante la Sampdoria y la Roma han dejado alguna pista sobre qué quiere hacer. En fase de posesión, su equipo se ajusta bajo un 1-3-4-1-2, con carrileros en los costados, dos centrocampistas escalonados y un mediapunta (Ramsey ahora) con libertad entre líneas. Cristiano es autónomo, pero Pirlo le ofrece un acompañante que le limpie a los defensas. Cuando pierde el balón, la Juve se activa en la presión tras pérdida y si no roba se recoge en 1-4-4-2. La mudanza táctica también lleva aparejada la frescura de fichajes como McKennie o Kusulevski y la aportación que puedan ofrecer jugadores más contrastados como Arthur o Morata. En la retaguardia permanecen Bonucci y Chiellini, a la espera de que el irregular De Ligt se recupere de su lesión, quienes sufren por la osadía de un equipo apurado en el repliegue. Pese a esta debilidad manifiesta, con la presencia de Rabiot y la versatilidad de Danilo y Cuadrado, Pirlo posee alternativas diferentes y aspira a que su Juve juegue sin complejos. Necesita conservar su potencial en el balón parado, la reivindicación del mejor Dybala y la efectividad goleadora de Cristiano. Del último requisito nadie duda.
Estrella: Cristiano Ronaldo (35 años)
Dinamo Kiev
La victoria ante el AZ y la eliminatoria resuelta con suficiencia ante el Gante aprobaron la presencia en la fase de grupos del Dinamo de Kiev. El rendimiento en estos tres partidos y el liderato en la liga ucraniana después de otros cuatro encuentros dan una idea nítida de lo que es el equipo de Mircea Lucescu, que a sus 75 años será el entrenador más veterano de la historia de la Champions. El Dinamo despunta por la solidez y solidaridad del bloque, a la que se añade la frescura del nuevo orden de jugadores ucranianos que deben ser la base a medio plazo de la selección ucraniana.
Su identidad resulta muy reconocible. Lucescu coloca a sus futbolistas bajo un 1-4-4-2 o 1-4-2-3-1. Verticalidad en la posesión, líneas juntas, trabajo colectivo y basculaciones rápidas son máximas irrenunciables. El capitán Sydorchuk es la pieza fundamental que cohesiona todo desde la medular. Otros nombres como los jóvenes Mykolenko —en la Champions actúa de central y en la competición doméstica lo hace como lateral—, la polivalencia de Karavaev, la actividad de Sharapenko en el medio, la movilidad de Buyalskyi y la intención en el desmarque de Supryaha personalizan al Dinamo. El prometedor Tsygankov y Verbic se han visto relegados en la fase previa, pero por talento individual pueden entrar en cualquier momento en las alineaciones de Lucescu. Adelantarse contra el Dinamo Kiev resulta relevante para no verse saturado por su compromiso táctico y su insolencia en los contraataques.
Estrella: Sharapenko (21 años)
Ferencvaros
El milagro inesperado del mítico Ferencvaros es un guiño al fútbol del pasado. Campeón de la Recopa en 1975, no participa en la máxima competición continental desde la temporada 1995-96, edición en la que se enfrentó al Real Madrid. El que fuera el gigante húngaro, que perdió su reinado y tuvo que pasar incluso por el infierno de la Segunda, vuelve a la pasarela europea tras una inmaculada fase previa en la que dejó atrás al Djurgarden (2-0), Celtic (1-2), Dinamo Zagreb (2-1) y Molde (3-3 y 0-0). Es cierto que le ha ayudado el formato de partido único en las primeras eliminatorias, pero esta verdad no debería restar ningún mérito a la gesta que supone su regreso.
Otra leyenda, Rebrov, es el principal culpable. El exdelantero del Dinamo Kiev se asoma como un entrenador de gran futuro. Su Ferencvaros es un equipo que domina distintos conceptos del juego, muy ordenado y sabedor de sus virtudes. Se impulsa por los costados, se cierra bien por dentro en fase de posesión rival y se proyecta al contraataque cada vez que puede. El recorrido europeo representa hasta ahora una muestra de inteligencia. Tiene algunos jugadores a seguir, en un vestuario en el que se cuentan hasta 15 nacionalidades distintas. Tokmac Chol Nguen, Zubkov y Uzuni son sus futbolistas más significativos. Junto a ellos, Botka, Blazic, Somalia, Kharatin, Isael, Boli y el recién llegado Mak soportarán las mínimas esperanzas del campeón húngaro. Su objetivo ya está cumplido. Los nostálgicos y los amantes del fútbol del este están de enhorabuena con el Ferencvaros de Rebrov.
Estrella: Tokmac Chol Nguen (26 años)