La búsqueda del Santo Grial

Desde tiempos inmemoriales el ser humano busca el Santo Grial, la copa de la última cena en la que bebió Jesucristo, una búsqueda milenaria y complicada. Para el Real Valladolid la búsqueda del gol empieza a ser el Santo Grial con el que solucionar sus problemas.

Otro empate más y ya van... demasiados. Ante el Celta volvió a parecer la inocencia arriba que tiene el equipo de Sergio. Las escasas oportunidades no se aprovechan y el portero rival pasa desapercibido... este guión se repite demasiadas veces en casa. Falta gol y eso es algo evidente. No estaba Weissman que tiene mucho que demostrar y Guardiola sigue apareciendo con cuentagotas, tal vez porque no le llegan balones; al menos estuvo seguro en el empate de penalti, un lance que ha creado una sicosis desde que se regresó a Primera. Las casas de apuestas van a empezar a pensarse lo de los partidos del Valladolid en casa, ya que el empate planea siempre sobre Zorrilla.

Como otros antes, el Celta no pareció tan peligroso y sólo una genialidad de Aspas le dio alas y ventaja en el marcador, ya que poco juego fabricaron los gallegos. El peso y la iniciativa fueron del Valladolid, pero no se traducen en peligro y eso se paga. Desde que regresó el fútbol tras el confinamiento el conjunto de Ronaldo sólo ha ganado al Alavés... bueno también al Betis en el encuentro que cerraba la campaña sin ninguna tensión; se antoja poco bagaje como local, aunque sólo haya perdido desde el regreso con el Barcelona.

Es el comienzo, pero los puntos se pueden echar de menos y más los de casa que son donde se cimientan los objetivos. Toca intentar lograr botín en las visitas, aunque con la actitud de Sevilla es difícil y más pensando enfrentarse al Real Madrid el miércoles. Como algo positivo habría que señalar la reacción del grupo, escocidos por lo del Betis, más algunos cambios que delatan que el técnico no acabó demasiado contento. El caso es que se vio un Pucela diferente, pero que volvió a empatar con una media remontada esta vez. Toni y Orellana estuvieron participativos y bulliciosos, pero no basta si luego esto no se traduce en goles. No sé si la solución en Weissman, Marcos André, Sekou, Budimir o el propio Ronaldo (si pudiera jugar), pero creo que es el mal del equipo; en defensa es aplicada y no pasa apuros, en el centro estuvo más equilibrado y trabajador... pero a partir de ahí sigue careciendo de la puntería necesaria para acabar las jugadas; definir lo fabricado, esa es la cuestión y esa búsqueda del gol se está complicando más que la del