Ilusionado con Mas de cara al futuro
El Tour de Francia llegó a su fin. Lo hizo con la victoria de Sam Bennett en París. El del Deceuninck cuajó un gran Tour, con dos etapas, y desbancando a Peter Sagan del maillot verde, ya que el eslovaco fue el gran dominador en esta última década. Pogacar confirmó su triunfo, con tan solo 21 años. Veremos en las próximas ediciones, pero el talento esloveno pinta muy bien. No hay que dar por sentado nada, porque ganar un Tour es muy complicado, pero confirmar el nivel con el paso de los años lo es aún más. Hizo una contrarreloj al estilo Miguel Indurain que le sirvió para desbancar a Roglic. Fue espectacular, un día histórico.
El Jumbo fue el equipo más fuerte de la carrera, de eso no hay duda. Lo único que, quizás, no esperaban que hubiera un corredor más fuerte que su líder. Y vaya si lo hubo, porque Pogacar además del Tour, consigue el maillot de la Montaña, el mejor Joven y tres etapas. Ya nos demostró en la Vuelta hace un año su potencial. Ahora ya es una estrella. Hoy puede que sea más fácil decirlo, pero el propio Roglic racaneó con los ataques, y lo terminó pagando. En cuanto a los españoles, segundo Tour consecutivo sin triunfos, y eso para un país de la tradición y la historia de España es mucho. Landa acabó justo detrás del podio y Mas quinto, una posición que si le dicen antes de la carrera, seguro que hubiese firmado. Me transmite ilusión y esperanza para el futuro.