Duplantis cierra el debate
Hay un debate perenne en el atletismo sobre los récords mundiales. Por una parte, existe una corriente clásica que considera que las marcas válidas y prestigiosas son aquellas que se logran al aire libre. La competición bajo techo equivale, para los que defienden esta teoría, a un atletismo de bolsillo. Y luego hay otra opinión imperante, que oficializa la federación internacional, que sitúa los registros al mismo nivel, con independencia de que sean outdoor o indoor. Hay una lista única que no distingue dónde se consigue la gesta, y luego otras dos listas paralelas en cada categoría. Por ello, en los saltos resulta habitual que las plusmarcas se alcancen a cubierto. En España, por ejemplo, tenemos las del añorado Yago Lamela (longitud), Pablo Torrijos y Ana Peleteiro (ambas en triple).
Y luego está Armand Duplantis, el fenómeno que ha retomado la discusión con su récord al aire libre en pértiga de este pasado jueves en Roma. El sueco se elevó hasta los 6,15 metros, con lo que borraba un añejo registro del mítico Serguei Bubka de hace 26 años. Sin embargo, su salto no es el récord absoluto, porque en febrero superó el listón a 6,18 en una reunión indoor en Glasgow, que a su vez mejoraba su propia marca de 6,17 con la que desplazó a Renaud Lavillenie de las listas, también obtenida a cubierto, en Torun. Al margen del lado de la porfía donde cada uno se sitúe, hay un dato obvio: saltar 6,18 es más que saltar 6,15. A pesar de ello, el propio Mondo tampoco se quedó plenamente realizado con su hazaña de entonces y ha perseguido con ahínco la plusmarca al aire libre para que nadie pueda cuestionarla. “Hay mucha confusión porque el salto con pértiga es un evento que tiene récords mundiales indoor y outdoor. Yo quería el récord al aire libre para no alargar más esa confusión. ¡Ahora tengo los mejores saltos dentro y fuera!”, dijo Duplantis en Roma. Debate cerrado.