Sin los campeones de Europa. Neuer, Gnabry, Kimmich y Goretzka han tenido un papel importante en la consecución del triplete del Bayern y son fijos en las convocatorias de la selección alemana, pero Joachim Löw ha decidido darles descanso al haber acabado tan tarde la competición oficial. Boateng y Müller, también titulares con Flick, ya no estaban siendo llamados desde que en marzo de 2019 el seleccionador anunciara un relevo generacional que también supuso el descarte de Hummels. Sólo Süle, que tuvo menos minutos en la Champions, y Leroy Sané, que acaba de llegar al club procedente del Manchester City, representarán a los bávaros en la lista alemana ante España. Se trata, pues, de una mannschaft muy alternativa, alejada del mayor nivel que podría llegar a presentar.

Una transición necesaria. Löw tomó la decisión de renovar al equipo tras dos fiascos consecutivos: la eliminación en primera fase del Mundial 2018 y la última posición de su grupo en la Liga de Naciones 18-19 —que conllevaba un descenso que finalmente no se ha producido debido a la reestructuración del torneo, con una ampliación de la primera división que ha obligado a repescar a los equipos que habían bajado—. De ahí que abunden ahora jugadores que prácticamente no habían debutado en el fútbol profesional cuando Alemania se proclamó campeona del mundo en Maracaná: los Kehrer, Tah, Koch, Neuhaus, Havertz, Serdar, Waldschmidt o un Timo Werner que a sus 24 años sí posee la experiencia y la jerarquía para convertirse en uno de los nuevos líderes del equipo.

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Muchas probaturas con el sistema. Que esta nueva Alemania aún se está construyendo lo demuestra la cantidad de cambios que está realizando Löw con su esquema táctico. Tras flirtear de manera reiterada con un dibujo de tres centrales y dos carrileros largos en el inicio de este ciclo, la contundente derrota frente a Holanda (2-4) de hace un año le hizo cambiar de opinión: desde entonces, en los cuatro compromisos oficiales siguientes formó con una línea de cuatro. Pero no parece aún un vuelco definitivo. Lo que no se negociaba era su idea de juntar a Kimmich y a Kroos en el doble pivote con la intención de continuar siendo un equipo asociativo, que se ofreciera en corto en la salida de balón y que manejara la pelota con seguridad. El madridista podría formar pareja en esta ocasión con Gündogan.

Gosens, 'fichaje' inesperado. El fútbol alemán no conocía a Robin Gosens, el magnífico carrilero zurdo del Atalanta que puede poner fin al cásting de Löw en una de las posiciones en las que más le ha costado encontrar a un titular fijo. Nacido en una pequeña población fronteriza de Renania, lo captó la cantera del Vitesse cuando era muy joven y fue subiendo escalones en el fútbol neerlandés. El Atalanta lo fichó directamente de la Eredivisie, e incluso muchas bases de datos lo consideraban holandés porque además su padre es de esa nacionalidad y él tenía la posibilidad de elegir a cuál de las dos selecciones representar. Si le hace debutar ante España, Alemania no sólo sumará un argumento ofensivo notable que agregue profundidad por el costado izquierdo (ha marcado diez goles esta temporada entre la Serie A y la Champions League), sino que además se asegurará contar de manera definitiva con un futbolista realmente interesante que podía también vestir la camiseta de un rival directo.