Rahm nos hace trasnochar

El reloj marcaba la 1:05 de la madrugada del ya lunes español, domingo todavía en el Olympia Fields de Illinois, donde se disputaba el BMW Championship, la penúltima cita del PGA Tour, el circuito más prestigioso del golf. Jon Rahm, el líder, esperaba el desenlace en el campo de calentamiento. Dustin Johnson, el número uno del mundo, tenía un complejo putt de 13 metros con un ratio de acierto del 3%. Si lograba embocarlo, forzaba el playoff de desempate con el español. Si fallaba, el triunfo era para el vizcaíno. DJ pateó una bola imposible, con dos cambios de dirección, y logró el objetivo. Fue un golpe magistral, sólo al alcance de un genio. Veinte minutos después, Rahm encaró un putt aún más lejano, a 20 metros, y con una parábola increíble culminó victorioso el hoyo. Boom. Otro golpe de maestro. El torneo era suyo. Un nivelazo de juego en el mano a mano entre los dos mejores jugadores del escalafón mundial. Fue un momento fantástico, deporte de muchos quilates. Hace tiempo que Rahmbo nos obliga a trasnochar para seguir su magia.

Rahm sumó así su quinto triunfo en el PGA americano, segundo en este castrado 2020, y su 12º título en total. A sus 25 años, su creciente palmarés sólo añora un major, pero si continúa en esta línea, no tardará en llegar. Mientras tanto, el de Barrika se plantará con esta inercia ganadora ante el más difícil todavía, The Tour Championship, la final del circuito, la FedExCup, que se disputará del viernes al lunes en Atlanta. El vasco partirá a dos golpes de Dustin Johnson, su viejo conocido, y uno por delante de Justin Thomas. Tiene una oportunidad única de coronarse por primera vez en el circuito de Estados Unidos, igual que hizo el año pasado en el de Europa. A ese nivel se mueve Jon Rahm, aunque la oscuridad de la noche impida que llegue con más fuerza al corazón del público español.