Que el Madrid tenga de unos años para acá una interesante política de fichajes basada en captar jóvenes talentos no significa que todos los futbolistas con buena pinta tengan que venir al Bernabéu. Camavinga es un chaval de 17 años con una planta excepcional y un físico que impresiona, pero en los partidos que le he visto tampoco me parece un jugador por el que haya que hacer de momento ninguna locura. Cierto que el fútbol francés se ha revalorizado (ya lo hemos visto en esta Champions), pero empieza a ser más inteligente mirar lo que tenemos en casa.

Para reforzar el centro del campo y rejuvenecerlo veo más atractivo poner el radar en Antonio Blanco, ese impactante centrocampista del Castilla, con los 20 años cumplidos, que ha reforzado con éxito al triunfal Juvenil que Raúl ha llevado a la final de la Youth League. Blanco es un box to box con personalidad, potencia e inteligencia táctica. Antes que llenar los bolsillos de los agentes franceses, cuidemos lo nuestro. Antonio Blanco es el hombre.