Ir a la guerra con armas de Primera

El Girona está en la final del playoff a Primera. Y su juego, ritmo y sensaciones hacen esbozar una sonrisa a la afición rojiblanca. No han llegado aún la meta, pero a los jugadores por fin no les pesan las botas. Vuelan. El equipo de Francisco supo sufrir en Almería cuando Darwin Núñez y Lazo apretaron y arriba tiene tres futbolistas que le hacen jugar con una baraja repleta de ases: Samu Saiz, Borja García y Stuani. Se han metido en la cabeza devolver al Girona a Primera y cualquiera se lo discute. Cuando quieren jugar solo puedes taparte y si se asocian denle al botón de grabar porque no se arrepentirán. Si en Montilivi ya allanaron la eliminatoria, en Almería han vuelto a aparecer. Samu hizo el 0-1 y después, como sucedió en la ida, volvió a aprovechar el pase de Borja para regalarle el tanto a Stuani. El charrúa ya lleva 31 tantos. Lo suyo no es de Primera. Es de Champions.

El Girona está a tan solo dos partidos del objetivo. Ese por el que han sufrido durante tanto tiempo y han tenido que lidiar con una presión que les ha hecho esconderse en algunos tramos del curso. Pero trabajar durante el último parón en silencio está teniendo su recompensa y no hay que olvidar a Francisco. Se le confió un equipo repleto de talento, pero carente de gen competitivo. Y no solo le ha sacado orgullo y compromiso al grupo, sino que ha dotado de balas que no son de fogueo a unos jugadores de Primera. Ahora sí están demostrando que quieren. Y, claro, pueden. Porque tener a un portero como Riesgo, Ignasi Miquel, Granell, Samu, Borja y Stuani es mucho para Segunda. Y con ellos, el Girona volverá a disputar una final de playoff.