En un mundo sin pandemia, el Critérium del Dauphiné es el termómetro de junio para medir la temperatura antes del Tour de Francia. La remodelación del calendario no ha cambiado esa función: el Tour vuelve a empezar en el Dauphiné. Pero lo que sí ha modificado es su recorrido, que se redujo de ocho a cinco etapas, por lo que fulminó sin piedad todo lo que no oliera a montaña con la supresión de dos llegadas llanas y una contrarreloj. ‘Le festival des grimpeurs’, titula la carrera su previa oficial. El festival de los escaladores. 27 puertos desde este miércoles hasta el domingo. Y si ya impresiona ver los perfiles montañosos de esas cinco jornadas, todas con final en alto, mucho más impacta el listado de participantes, encabezado por los tres últimos vencedores del Tour: Bernal, Thomas y Froome.

El tridente del Ineos se enfrentará a un tridente igual de poderoso, el formado en el Jumbo por Roglic, Dumoulin y Kruijswijk. Es el duelo entre dos potencias que también se espera en el Tour de Francia, y a su vez es el mismo duelo que se presenció la pasada semana en el Tour de l’Ain. En este último enfrentamiento, Roglic pegó primero a Bernal, con dos victorias y la general. Y el Jumbo destapó algunas grietas en el otrora temible Ineos. ¿Quién dará el próximo golpe? ¿Y quién pegará el último en los Campos Elíseos? La primera pregunta se resolverá durante estos cinco días en el Dauphiné, junto a otros invitados ilustres que pueden inclinar la balanza, o incluso pescar en río revuelto. Son Nairo Quintana, Pinot, Alaphilippe, Landa, Pogacar, Bardet, Urán, Superman López, Valverde, Buchmann, Enric Mas, Adam Yates, Barguil, Higuita, Soler, Sivakov… Y quizá me olvide de alguno. ¿A que impresiona? Todos ellos se han sacado también billete para la Grande Boucle, pero de momento hay que disfrutarlos en este menú que muestra más aspecto de plato fuerte que de aperitivo.