Toni Nadal volvió al vestuario sorprendido después de ver jugar a un serbio de 18 años en Wimbledon 2005. "Rafael, tenemos un problema. He visto a un chaval muy bueno", le dijo a su sobrino. El muchacho, como habrán adivinado, era Novak Djokovic. El entorno de Marc Márquez posiblemente pensó algo parecido cuando siguió las evoluciones de Fabio Quartararo, un francés formado en España, durante el pasado curso, en el que logró la pole en seis ocasiones. El séxtuple campeón de MotoGP le pudo mantener todavía a raya y le relegó cinco veces al segundo puesto. Si El Diablo no estrenó su palmarés en 2019, fue porque Marc sigue siendo mucho Marc. El más grande de la parrilla actual. Uno de los campeonísimos de la historia. Pero Marc está ahora lesionado. Y Fabio aprende rápido.

Quartararo, que en abril cumplió 21 años, ha ganado las dos primeras carreras en Jerez de este remodelado Mundial 2020 y ya suma 50 puntos al frente de la clasificación, mientras que Márquez, accidentado en el primer gran premio y convaleciente en el segundo, mantiene su casillero a cero. Había cierta expectación por conocer quién podría aprovechar más la ausencia de Marc, si el emergente francés o Maverick Viñales, y por segundo domingo consecutivo ha sobresalido la solvencia de Quartararo, que lleva la misma Yamaha que el español, pero en el equipo satélite. El próximo año serán compañeros, así que en estos duelos no sólo rivalizan a distancia contra Márquez, sino que también calibran el futuro liderazgo entre ambos. Viñales suma 40 puntos, que no es mala renta, pero dista mucho de poder hacer frente al diabólico francés. Al menos, por ahora. Todavía faltan un mínimo de 11 carreras y 275 puntos en liza, salvo que se amplíe el calendario. Y todo puede pasar. Márquez aún tiene mucho que ofrecer en este campeonato. De momento, toma nota: Quartararo es el rival.