Dice Zidane que después del confinamiento sus chicos regresaron al trabajo como lobos hambrientos y el mejor ejemplo es el capitán. Ramos está fino y fuerte como nunca y eso ni es casualidad ni se regala. Es verdad que el camero tiene unas condiciones envidiables de cuna,pero su ambición y su amor por la profesión le han convertido en un superdotado. Zizou descansa tranquilo porque sabe que con un capitán como Sergio la mitad del trabajo en la caseta está hecho. Esta Liga pasará a la historia como la del entrenador francés y, sobre todo, como la Liga de Ramos. Jugadores como Benzema, Casemiro o Courtois han rendido a un gran nivel, pero el pegamento de este equipo es el andaluz.

No se pueden entender los triunfos más recientes del club más laureado del mundo sin la participación de Sergio. El central dignifica el escudo que representa dejándose la piel en cada campo, en cada partido. Como todos, comete errores y en alguna ocasión ha medido mal sus fuerzas en sus negociaciones con el presidente, pero le ha dado tanto al club durante más de una década que sus fallos no merecen ser recordados. Sergio merece un tratamiento de leyenda por parte del club. Sin filtraciones oscuras e interesadas que manchen su renovación. Mientras, en Mánchester, Guardiola aplaude su ausencia porque sabe que este Madrid es mucho menos fiero sin el capitán eterno...