Rafinha, entre el pasado y ¿el futuro?
El Barcelona ya no tiene margen de error si quiere proclamarse campeón de LaLiga esta temporada. No puede fallar en Balaídos o le dejará el campeonato en bandeja al Real Madrid, así que Setién deberá andarse con tiento en Vigo. Deberá vigilar el talento de Aspas, la visión de Denis Suárez, la habilidad de Nolito... Pero sobre todo, tendrá que poner especial atención a un futbolista que pertenece al conjunto blaugrana: Rafinha Alcántara. El hispano-brasileño está firmando un 2020 excepcional y esta tarde se enfrenta a una dicotomía sentimental. Por una parte, la misión de seguir liderando al Celta hacia la permanencia. Por otro lado, la opción de dilapidar todas las opciones de título del Barça.
Esta situación llega, además, en plena negociación para la continuidad de Rafinha en el conjunto vigués. Seguro que ambas directivas hablan del tema en el palco de Balaídos. La cláusula del mediapunta hispano-brasileño asciende a 16 millones de euros, pero la entidad olívica pretende rebajar esa cantidad a la mitad (ocho millones). Ese precio puede subir esta tarde si vuelve a realizar otro gran encuentro. Lleva desde enero a gran nivel, pero el escaparate del Barcelona siempre es más visible. Otro punto a sumar a la dicotomía de Rafinha y el Celta. Si completa otro partidazo, los directivos barcelonistas pedirán más dinero. Si tiene un mal día, Mouriño podrá apretar a Bartomeu.