Otra gran oportunidad para el Real Valladolid ante el Getafe
Otra final, una más para el Real Valladolid. Y, de nuevo, una gran oportunidad de sumar en casa esos puntos que acerquen mucho más a los de Sergio al objetivo de la permanencia. Se escapó el Celta y por Zorrilla, además del Barcelona, tienen que pasar aun Getafe, Levante, Alavés y Betis. Doce puntos en juego sin contar a los de Setién que deben servir para conseguir el objetivo de alcanzar los 38 o 40 que van a ser necesarios para seguir en Primera. Soy de la opinión de que con 38 valdrá. Eso sería estar ahora a cinco puntos del objetivo cuando quedan ocho partidos y 24 puntos por disputarse. La situación del Valladolid es muy buena y solo él puede estropear lo que parece bastante encarrilado. Pero cuanto antes se gane un partido mejor. Insisto, hay que salir a ganar al Getafe, no a especular. Oportunidad que se escapa, oportunidad que no vuelve. No será nada fácil el partido. Los de Bordalás llegan heridos y necesitados tras perder en Granada y haber fallado en su casa consecutivamente ante Espanyol y Eibar.
Intuyo que volverán bastantes de los habituales a la alineación después de la buena puesta en escena de jugadores como Matheus, Javi Sánchez o Waldo en Madrid donde demostraron que van a ser importantes hasta el final. El ritmo es frenético, con partidos cada tres días, y los entrenadores necesitan a todos sus efectivos. Y el partido de Madrid deja dos nombres propios señalados. El primero Caro. Estuvo mal, nervioso y fallón. Puede parecer ventajista, pero el nombre de Lunin se nos vino a todos el sábado a la cabeza. Si en el Wanda jugó Caro y no Lunin u otro fue porque Sergio y el club así lo han querido. Hace mucho comenté que lo del segundo portero había estado mal gestionado y estas son las consecuencias. Sergio dejó salir a Lunin y no contó con él y Miguel Ángel Gómez le trajo a Caro como sustituto. Dos errores. De cara al año que viene hace falta reforzar con urgencia una posición tan importante como la portería.
Y el segundo nombre es el de Ben Arfa. Después de que se levantaran grandes expectativas en torno a él, lo que nos queda son dos partidos de suplente sin jugar y unos minutos muy flojos y desganados ante el Celta. Aquí no tengo dudas. Si el resto juega y Ben Arfa no lo hace, por algo será. Esperemos que su aportación no sea necesaria de aquí al final por el buen rendimiento del resto de la plantilla, pero el asunto del francés parece ya un caso prácticamente perdido para la causa blanquivioleta.