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Con el freno de mano activado

Valladolid

Dos partidos, victoria y empate, y el descenso más lejos. Se retomó la competición con cuatro puntos sobre el Mallorca y ahora son siete, tras el empate ayer de los baleares ante el Leganés. De los de abajo, el único que ha sumado lo mismo que el Real Valladolid ha sido el Espanyol, el resto menos. El Leganés y el Mallorca, uno, es verdad que ambos han jugado con el Barcelona, el Celta y el Eibar, uno, el Alavés, tres, el Betis, uno… por tanto, el inicio ha sido muy bueno en números. También ha sido muy bueno en solidez defensiva. Un gol encajado de penalti en dos partidos. Alcaraz regaló otro penalti, pero para algo está ahí Masip que evitó el gol del Celta. Los centrales están a un buen nival, tanto Joaquín como Salisu, Moyano cumple en defensa, aunque es nulo en ataque y Nacho ha estado simplemente correcto. Por delante San Emeterio, Alcaraz. El bloque sigue firme y es difícil de superar por los rivales.

Pero otra cosa es el ataque. Ahí la nota tiene que ser negativa porque el juego del equipo a la hora de crear está dejando mucho que desear. Es como si la mentalidad de los futbolistas fuera fundamentalmente destructiva. Las ocasiones no llegan y no parece normal jugar ante un equipo en crisis como el Celta en Zorrilla y disparar solo una vez a puerta. Es muy de valorar el esfuerzo y la eficacia defensiva que ha dado muchos puntos ante rivales del mismo pelaje, pero para sorprender a los que vienen ahora habrá que demostrar algo más que seriedad en defensa. Y aunque la gente no va al estadio, lo ve por la tele y se aburre.

Se echan en falta los mecanismos de ataque que muchas veces sí se veían en este equipo. Se echan en falta las transiciones rápidas hacia la portería contraria cuando se le roba el balón al rival, la verticalidad, las ganas de sorprender. El Valladolid parece jugar con el freno de mano activado y eso acaba por pasar factura. Nadie duda del trabajo del técnico y de los jugadores, todo lo contrario. Pero también sabemos que son capaces de ofrecer algo más y lo van a necesitar para sellar la permanencia, que no está cerrada todavía. Y ahora el Atlético, rival poderoso, pero no imposible de sorprender. Con esa seguridad defensiva que tanto elogio merece y con un poco más de atrevimiento del que estamos viendo desde que la Liga volvió. Algo parecido a lo del año pasado en el Wanda y esperemos que esta vez con un árbitro que no decida el resultado.