Casillas se retira; paso libre a Rubiales
El otro día escribí que Casillas había hibernado su candidatura. Quebrado el bastón de la AFE, comprobado el respaldo del CSD a Rubiales (patente dos veces a la hora de fijar la fecha, antes y ahora), y confinado él en Oporto por el coronavirus, dejó de verlo claro. Sólo tenía que decidir cómo y cuándo renunciar. Lo ha hecho ahora, apoyándose en el argumento de la fecha, de nuevo precipitada en favor de Rubiales. Eso le da salida. En el futuro ya veremos, añade. Pero en el futuro le veo más en el Madrid. Florentino ya le ha hecho un guiño al que él ha respondido con aquello de que "me equivoqué al anunciar mi adiós en solitario".
Florentino ha sabido encontrar reacomodo para figuras a las que en su día mostró la salida de forma poco grata. Véase Raúl. O antes Hierro, que volvió por poco tiempo. Ahora será Casillas. Florentino se asegura así de que no se enrolen en alguna improbable candidatura en contra suya, y de paso decora el club con cuadros que son del agrado del socio. Casillas va a estar mejor ahí, de cónsul ante la FIFA, pongamos por caso, que en la Federación, donde se iba a encontrar un laberinto de presidentes de territorial ingobernables para alguien que no tenga mucho colmillo y varias milis hechas. Rubiales da el perfil, él no lo daba.
Cuando anunció que se presentaría, un alto personaje del deporte me dijo: "Rubiales se hace un llavero con Casillas". Y es hombre que le guarda gran simpatía, aclaro. Así que se acaba aquella aventura que casi ni llegó a empezar y tendremos cuatro años de Rubiales que, contra lo que tanto repetía Tebas, sí estaba preparado para el cargo. Ha hecho bastantes cosas bien desde el respeto a los viejos valores del fútbol y hasta le ha quedado tiempo para sacarle más dinero a LaLiga con la complicidad de Irene Lozano. Sólo le falta limar su bravuconería, que le empaña la imagen, y dar pasos reales para entenderse con Tebas. Y que éste corresponda.