Decíamos ayer
Es a Fray Luis de León, y no a San Juan De la Cruz, como escribió un iluminado, a quién se atribuye la frase "decíamos ayer", pronunciada al reincorporarse a la Universidad de Salamanca, después de sufrir un proceso inquisitorial de cuatro años. Estamos a punto de reanudar la Liga de fútbol, después de un proceso tan cruel como los del "Santo Oficio". Decíamos ayer que el líder, Barcelona, era vulnerable en defensa pero con pegada arriba, que la buena imagen del Madrid que tumbó al Barcelona se difuminó una semana después en el Villamarín, que el Getafe y la Real iban como un tiro y que al Atlético la victoria en Liverpool podía darle alas. Con treinta y tres puntos por disputar, que no se tiren cohetes en la parte alta de la tabla, ni se oigan quejíos de los que pelean por sobrevivir entre los mejores.
Decíamos ayer, pero afortunadamente en muchos casos ya no lo decimos hoy, que faltaban algunos jugadores fundamentales. En casi todos los equipos se han podido recuperar futbolistas, como Luis Suárez en el Barça (creo que debería esperar un mes más, lo digo por él, claro). En el Madrid está de vuelta Hazard, y su aportación es muy necesaria y deseada, además también podrá reaparecer Asensio, con el que no se contaba en esta temporada. El final de liga y la Champions, serán más justos si los equipos pueden alinear a sus mejores jugadores.
Decíamos ayer, que el factor campo era muy importante, que los equipos con el apoyo de su afición y ¿la presión al árbitro? consiguen más puntos en casa que fuera. Algunos números de cuando había público: en el Camp Nou los culés lograron 33 goles más a favor que en contra y, con un partido más, sumaron 9 puntos más que los blancos en el Bernabéu, que consiguieron 18 goles más a favor que en contra. Fuera de casa, al revés, el Madrid, 12 goles más en la portería contraria que en la propia y, con un partido más, sumó siete puntos más que los blaugrana lejos de su estadio, que tienen más goles en contra, uno más, que a favor. ¡OJO AL DATO!, que diría García. Ahí lo dejo… A ver qué decimos mañana.