Responsabilidad periodística
Se queja Carmelo Ezpeleta, en declaraciones a Mela Chércoles, de que haya algunos periodistas que "preguntan lo que preguntan y luego resaltan lo que les da la gana". Y que, además, otros después lo copian. Mal asunto para una profesión que debería aprovechar la oportunidad de esta terrible crisis sanitaria para reivindicar su papel esencial en una sociedad democrática. Y sirve tanto para las cuestiones trascendentales que nos preocupan como para otras que, sin ser menores, han pasado a un segundo plano como ocurre con el deporte (aunque también podría mencionarse la cultura, la gastronomía o el turismo). Quizá no nos vaya la vida en ellas, pero sí hay mucho en juego para andar trivializando al respecto: empleo, dinero, esfuerzo, sueños e incluso un estilo de vida que ojalá pronto podamos recuperar.
Así que, y aunque resulte obvio recordarlo, debemos exigir responsabilidad periodística en la información deportiva. Evitar preguntas malintencionadas que sólo buscan respuestas sensacionalistas, cuando no corresponden y tampoco aportan nada a lo esencial del asunto. No hay que ser el mandamás del MotoGP para saber que, desde luego, existe el riesgo de que las competiciones no se reanuden, así que pretender convertir lo evidente en noticia, sobre todo en la situación que afrontamos, roza lo inadmisible. Es tanto lo que nos jugamos todos que andar con estas triquiñuelas, ni siquiera originales, sólo genera preocupación y ansiedad, justo lo que menos necesitamos. Demostremos que también los periodistas vamos a estar a la altura de las circunstancias en semejante emergencia vital.