La carestía del próximo mercado de fichajes va a ser tremenda. Con muchos clubes metidos en ERTES y bajadas generalizadas en los sueldos, la habitual feria internacional del verano se va a convertir en un rastrillo. Las grandes operaciones están totalmente descartadas, pero el Real Madrid, que ya antes de la crisis contaba con que sería año sin galáctico, no ve truncada ni mucho menos su próxima planificación. Sin nadie en condiciones de realizar grandes desembolsos, los pocos ajustes de plantilla vendrán de los préstamos y, sobre todo, del trueque de jugadores. Y ahí los blancos parten con ventaja porque tiene muchos futbolistas, casi dos plantillas entre inscritos y cedidos, y una gran cantidad de jóvenes que aún tienen que crecer y madurar.

Viene un tiempo en el que habrá que ajustar muy bien los recursos, lo que te sobra (mediapuntas), y lo que te falta, (delanteros y algún defensa), y ahí estará el éxito del cierre de la plantilla. Muchos clubes llamarán preguntando por el amplio stock blanco de jugadores de primer nivel y ahí, en esa posibilidad de intercambio, tendrá el Madrid que encontrar un trueque que convenga. Para que venga un galáctico lo mismo hay que esperar a que el mundo del fútbol se recupere del Coronavirus o a que Kylian Mbappé no renueve con el PSG...