Mariano abre una interrogación
La imagen, nada más comenzar el segundo tiempo, de Cristiano Ronaldo en un palco privado del Santiago Bernabéu provocó un brote de añoranza, incluso de melancolía. El Clásico sin CR no es lo que era, la Liga echa de menos el maravilloso pulso con Messi y el Madrid no tiene un jugador que llene la escena. La ilusión lejana de Mbappé sirve como entretenimiento, pero no como consuelo. A Hazard le han minimizado las lesiones y los 60 millones de Jovic, el último proyecto de gol madridista, reposaban en algún otro palco privado colindante.
Mariano apenas necesitó tres minutos para abrir una enorme interrogación. Es una gran incógnita entender cuáles son los criterios por los que Zidane ha ido rescatando futbolistas, pero el que menos ha contado ha sido el hispano-dominicano. Tiene una energía y un gen de killer que podrían ser de gran ayuda en muchísimos partidos, especialmente contra rivales de los que se consideran asequibles, pero se atragantan. Zidane le utiliza con cuentagotas, aunque a Benzema no le vendría mal descansar en algunos momentos. Mariano nunca será Cristiano Ronaldo, pero en este tiempo donde al Madrid ya no se le caen los goles del bolsillo no parece buena idea dejar fuera de circuito tan a menudo a un jugador que tiene su olfato y sus ganas. Eligió el mejor momento para reivindicarse.