Momento para no olvidar al Girona, ni a Mendilibar...
La victoria del Real Valladolid ante el Espanyol el pasado domingo ha reducido de manera importante la tensión alrededor del club. Se notó la semana pasada, en todos los aspectos, la importancia del duelo ante los blanquiazules por mucho que luego se contará aquello de “si ganamos no vamos a estar salvados y si perdemos no estaremos descendidos”. Es verdad, pero también lo es que fue una semana con demasiados nervios. El club se jugaba mucho.
Por eso, una vez superado el trance con una victoria que debió ser más cómoda, llega el momento de avisar de que no está todo hecho. Viene bien que Carnero avise de lo que vivió la temporada pasada con el Girona, igual que Pedro Porro, que estaba en ese vestuario o, incluso, tenemos el ejemplo de la temporada 2008-09 con Mendilibar. Entonces, en la jornada 27, el equipo blanquivioleta contaba con 39 puntos a falta de 11 jornadas, aventajaba al descenso en 13 puntos, y se veía la salvación hecha. Sin embargo, una concatenación de malos resultados, donde no ganó un solo partido, sumando apenas cuatro empates, cuatro puntos, de 33 posibles, llevó a un final de temporada de infarto con aquel encuentro en el Villamarín, en la última jornada de Liga en el que el equipo que perdiera se iba a Segunda. El empate ante el Betis supuso el descenso andaluz y la permanencia pucelana. Como dijo Cicerón: “Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”. Pues eso. No olvidemos.