"En Girona aprendí que no se puede regalar nada"
Raúl Carnero pasó por La Tertulia de AS y SER en Brasería Poniente y contó su experiencia desde que llegó en el mercado de invierno
Puede ser uno de los fichajes de invierno que mejor ha aterrizado en el Real Valladolid en los últimos años. Raúl García Carnero lleva seis partidos como titular, todos desde que llegó y coincidió con la lesión de Nacho. El jugador volvió a reiterar que le gusta más que le llamen Raúl Carnero en homenaje a su abuelo. El gallego (La Coruña, 1980) contó sus sensaciones en el partido ante el Espanyol: "No sufrimos porque teníamos el partido controlado, pero existía la ansiedad de querer ganar y encima ellos con uno menos tienes todavía más presión. Pero estuvimos tranquilos y maduramos el partido, preparamos los partidos para jugar 90 minutos. Es normal que desde la grada al vernos con uno más, quisieran que empujáramos más y que solucionáramos el choque lo antes posible. Ellos se encerraron y nosotros supimos dar ese pasito más para conseguir la victoria".
El gol que abre la lata viene de una jugada y un disparo de Raúl: "Fui yo como pudo ser otro. Su defensa estaba muy atrás y conseguíamos llegar mucho por banda, pero yo me encontré con esa jugada, nadie me salía y no me lo pensé. Para meter gol hay que probar y tirar, quizá no fue mi mejor tiro, pero el bote hace que el portero rechace y que Sandro aprovechara para marcar".
En los últimos partidos el Valladolid ha sumado dos victorias ante dos rivales directos y un empate ante el Villarreal, sumando siete puntos de 12 lo que le permite estar lejos del descenso: "Siempre tienes en la cabeza los puntos que debes conseguir, pero la gente está centrada en el día a día, en hacer las cosas bien y en que lo vamos a conseguir. Victorias como las de Mallorca o Espanyol nos dan mucha confianza en la línea a seguir".
Raúl Carnero explicó porque dio el paso de venir a Valladolid: "Fue un acierto y a la vista está, por los minutos que he jugado y por el equipo que me he encontrado. Gente que ha estado aquí como Mata o Timor me han hablado muy bien del club y de la ciudad y al final te fías de eso. Además coincidí con Sergio como jugador en mis inicios en el Depor y él me llamó para que viniera y eso fue importante para mí".
El jugador ha recorrido ya muchos equipos como el Depor, Melilla, Leganés, Alavés, Girona, Getafe y Valladolid; su buen aterrizaje puede provocar que quiera quedarse y buscar algo importante par él la estabilidad: "Es pronto para decirlo, pero a un jugador le gusta estar en sitio en el que esté cómodo y bien y yo lo estoy, pero ya se verá. Soy muy normal y me gustan las cosas fáciles y estar bien".
Con el Deportivo de la Coruña en el corazón, ahora está disfrutando de la remontada después del sufrimiento de esos días. Una imagen que llamó la atención fue como se encaró con Darder en esa entrada sobre Sandro bastante fea que le costó la amarilla: "Esa jugada tiene de todo, la entrada es a destiempo y le podía hacer mucho daño y además íbamos ganando y había que parar el tiempo. Además Bordalás nos ha enseñado que en esas jugadas hay que estar muy juntos y protegernos. En ese momento me salió así, aunque soy una persona que piensa mucho las cosas y tiene la cabeza fría y sabía hasta que punto podía apretar para que no fuera a mayores".
Sobre el tema de los entrenadores que ha tenido, Raúl dijo que "soy partidario de ser como una esponja y absorber de cada uno. Que te gusten más o menos va asociado con el que juegues más o menos. De todos se aprende". Y más concretamente de Bordalás: "Fuera de vestuario es muy tranquilo e incluso él dice que es tímido, pero en el campo se transforma y exige mucha intensidad y hay que estar preparado para asumirlo y saber que no te dará una palmadita en la espalda, sino que te apretará más y eso marca a los jugadores. Le gusta rodearse de jugadores que ya conoce y que sabe que puede sacarlos rendimiento. Esta temporada he contado con pocos minutos pero no puedo decir nada porque los compañeros lo estaban haciendo bien".
El Valladolid tiene buenos lanzadores y Raúl se une a esa nómina: "Es difícil, pero espero tener alguna posibilidad porque me gusta mucho tirar las faltas, de hecho el año del ascenso con el Alavés marqué tres. Somos los jugadores los que decidimos quien tira en cada momento y tenemos muy buenos lanzadores".
Raúl vivió el descenso con el Girona cuando a estas alturas tenían 34 puntos y terminaron descendiendo: "Es difícil de explicar aún hoy. Yo aprendí que hay que estar a tope en cada jugada sin regalar nada, algo que nos pasó en Granada y es algo que no se puede repetir; hasta que no pita el árbitro no se puede conceder nada" y sobre el partido en el Reale Arena "hay que competir e intentar ganar por difícil que parezca".