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El VAR, mentiras y el error claro y manifiesto

Cambiasteis el fútbol apostando por la tecnología, y ahora os da miedo a usarla poniéndole la frontera del error claro y manifiesto, ese saco donde podemos meter cualquier cosa que se nos antoje.

Es tremendamente perjudicial para el fútbol, y también para el VAR, que se relativice con el error. El error, una vez descubierto a través de las imágenes, es error, no cabe grande ni pequeño. Si hay una equivocación en la señalización o no de un penalti, el VAR debe entrar. Lo demás es engañar con la palabra y la demagogia de que no es claro y manifiesto.

Hicisteis creer que el árbitro seguiría siendo el que tomase la última decisión, otra mentira piadosa. Estamos viendo cómo en la Premier el que toma la última decisión en rojas y penaltis es el árbitro del VAR. Al del campo ni le dejan ir a ver las imágenes a la pantalla. Vosotros mismos, viendo el uso del VAR en diferentes países, no sabéis cómo queréis utilizar el VAR ni tenéis un criterio unificado sobre el mismo. A las pruebas me remito. Es decir, un solo reglamento, pero dependiendo del país el uso del VAR es totalmente diferente.

Hernández Hernández, ante el monitor el sábado en Zorrilla.
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Hernández Hernández, ante el monitor el sábado en Zorrilla.

Nos contasteis que el VAR no quería rearbitrar los partidos, y que no queráis muchas interrupciones. Otra mentira piadosa. Desde que el VAR corrige una decisión, te guste o no, esa segunda decisión es rearbitrar sobre la primera. Y cuando decís que no queréis muchas interrupciones, para eso no haber puesto el VAR. Si hay nueve errores en un partido, y queremos justicia, el videoarbitraje tendrá que intervenir nueve veces.

Creo que el sistema funcionará mejor cuando quitemos esos miedos a que intervenga y cuando se aplique en TODOS los países por igual. El problema en el fútbol es el que yo sé más que tú y cada uno quiere dejar su legado.

El VAR ya pertenece al fútbol, como el reglamento, y no al arbitraje por lo que todos juntos (entrenadores, jugadores, directivos y árbitros) tienen que decidir cómo usarlo y hacia dónde queremos llegar.