Parejo y Rodrigo están fundidos
El Valencia repitió, o incluso lo superó, el ridículo de Mallorca, en Getafe. Los delanteros azulones percutieron sin parar a Jaume y la defensa blanquinegra hizo aguas, algo que se repite desde comenzó el año, sobre todo en los partidos fuera de casa. Ni en la Copa dio el nivel el Valencia, ganando apretadamente a dos rivales de Segunda B, y cayendo en Granada. Pero aparte de la defensa, hay un factor que describe el cortocircuito que sufre el Valencia en los últimos partidos. Parejo y Rodrigo, por distintos motivos, están fundidos.
Los minutos del capitán en el campo se han gestionado mal. Se le ha exprimido tanto que ha llegado al tramo más importante de la temporada sin gasolina. Se le nota y el equipo lo nota, a pesar de que la inteligencia del capitán le hace regular sus esfuerzos. Urge que recupere su mejor nivel. Lo malo es que ahora ya no hay tiempo para descansar. Lo de Rodrigo es otra cosa. Ha coincidido su lesión de rodilla con el mareo que le produjo el poder marcharse del Valencia al Barça. En verano lo superó bien, tras unos partidos flojos. Pero ahora se le ha juntado con la lesión y se le ve con muchas dudas en el campo. Del resurgir de ambos dependerá que el Valencia alcance sus objetivos.