Pido perdón por dudar
Os pido perdón. De corazón. Por dudar. Por no creer como vosotros. Por ser un cenizo. Por no darme cuenta de lo grandes que podéis llegar a ser. Perdón Imanol Alguacil, por no tener tu fe y convencimiento. Perdón Jokin Aperribay, por poner en tela de juicio decisiones que se han revelado trascendentales para el futuro de la Real Sociedad. Perdón Roberto Olabe, por no creer igual que tú en fichajes como el de Alexander Isak. Perdón Mikel Merino por no hacerte caso con tu discurso optimista. Perdón Mikel Oyarzabal, por no tener tu arrojo. Perdón Martin Ødegaard, por no verte capaz de comerte a Modric. Perdón Aritz Elustondo, por dudar de tus galones en un escenario tan gigante. Perdón Gorosabel, por pensar que no ibas a ser capaz de frenar a Vinicius. Perdón Zubeldia, por pensar que ibas a perder el duelo con Valverde en el centro de campo. Perdón Barrenetxea, por creer que tu juventud te iba a impedir brillar en el Santiago Bernabéu.
Perdón Remiro, Monreal, Le Normand, Aihen, Januzaj, Guevara... por dudar de vosotros en una día tan señalado como el de hoy. Por no soñar con la fuerza que lo habéis hecho vosotros. Por no ser tan decidido. Por no tener vuestra garra, corazón y casta. Perdón a los cientos de aficionados txuri-urdin que se han dejado la garganta en la grada del campo del Real Madrid, porque sin su aliento no hubiera sido posible algo tan mágico como lo vivido en este 6 de febrero que queda ya marcado con letras de oro en nuestra historia. Sí, yo era pesimista. No lo podía evitar. No lo puedo ocultar. Supongo que en fondo de mi corazón albergaba alguna esperanza. Es inevitable. Es nuestra Real. Pero ha superado todas mis expectativas. ¡Cuatro goles en el Bernabéu y clasificados!! Ni en mis mejores sueños. Me habéis callado la boca. A lo bestia. Y os pido perdón. Por dudar. Porque no merecéis que se dude de vosotros. Nunca. Pase lo que pase. Os prometo que no volveré a hacerlo. Y tú, Isak, mereces mención aparte. Nuestro nuevo Txipiron. Me has ganado para la causa para siempre. De tí no se puede dudar. ¡Gora Real!