Imagino que al segundo capitán del Real Madrid le va a costar mucho tiempo olvidar el traje a medida que le hizo Isak mientras su entrenador le mantuvo en el campo. El Madrid fue colectivamente un coladero en defensa pero el lateral brasileño estuvo especialmente desafortunado. Su partido explica perfectamente porqué Zidane ha decidido darle la titularidad de manera habitual a Mendy por delante de una de las vacas sagradas del vestuario. Después de abandonarse de una manera lamentable la pasada temporada, con la vuelta del técnico francés parecía que quería volver a ser uno de los mejores en su puesto, pero un año tomándose a chufla el día a día no es fácil de recuperar para un futbolista en la treintena.

Ahora ya no es una cuestión de estar fuera de peso o de estar desmotivado, ahora el problema es que ha venido un chaval que te ha pasado por la izquierda y que tienes que acostumbrarte a un nuevo rol en la plantilla. Seguro que su calidad y desborde van a ser todavía aprovechables en momentos puntuales de la temporada,pero da la sensación de que el tiempo de Marcelo como dueño absoluto del carril izquierdo ha pasado a mejor vida. Su deber es seguir cuidándose y entrenando a tope para estar listo cuando se le vuelva a necesitar, pero su rol en la plantilla ha cambiado de manera radical y definitiva:de intocable a suplente.