La sencillez de Alcácer y el valor real de Gayá
La naturaleza del delantero
Paco Alcácer tiene interiorizada la profesión de goleador. Se reconocen pocos delanteros tan puntuales y certeros. No es futbolista estético, pero impresiona su capacidad para entender las limitaciones de su juego y potenciar sus virtudes. La simplicidad de sus registros resulta tan elocuente como la amenaza que representa para los rivales. Es inteligente y hábil, notable en la finalización e imponente en los desmarques de ruptura. Ante Osasuna dio un clínic de cómo atacar la espalda de los centrales. En su primer gol con el Villarreal explotó el descuido en la vigilancia de Aridane, que hizo todo lo que no debe hacer un central. Después de un mal control tras otro gran movimiento provocó un penalti por su astucia en el área. Alcácer intervino en 41 acciones y casi siempre eligió la opción correcta. Un delantero de decisiones sencillas y eficaces.
Lateral con todas las letras
Otro producto de la cantera del Valencia se ha afianzado como un lateral de cartel internacional. Gayá merece el crédito adquirido por su igual rendimiento en las cuatro fases del juego. No ha perdido ni un ápice del talento ofensivo que le venía de serie y ha evolucionado hasta convertirse en un defensor de altas prestaciones. Su partido contra el Celta especifica esta colección de condiciones. Se agrandó en las disputas defensivas, con un 83% de éxito, aprovechó el plano interior de Soler para cargar por su banda en ataque y se posicionó con corrección en todo momento para controlar las segundas jugadas (12 rechaces ganados). Gayá divisa la Eurocopa y pone en riesgo la previsible titularidad de Jordi Alba.
Los principios de uno
La fidelidad a un estilo siempre es un signo de personalidad. Eibar y Betis se mantuvieron firmes en sus ideales en un duelo de atrevidos. Rubi exigió a sus futbolistas enfrentarse al modelo de presión alta de los de Mendilibar con la obligación de jugar el balón desde atrás. La orden acarreó tantas situaciones ventajosas como fue fuente de peligro real, simbolizada en el penalti de Edgar o un regate de Emerson cuando el partido agonizaba. El Betis llegó a incurrir en 24 pérdidas en su propio campo y el Eibar se confirmó como el equipo que más arriba recuperó de la jornada, a una distancia media de 31,9 metros de la portería rival. Leales a sí mismos.
El origen y el final
Noventa días sin ganar eran demasiados. El Valladolid se llevó la victoria de Mallorca tras reencontrarse con lo que era y debe ser. Sergio restauró el 1-4-4-2 con extremos abiertos tan usual en su hoja de ruta y dejó a un lado el rombo del Madrid o los tres centrales de Pamplona. Este sistema enfatiza la utilidad de la doble punta formada por Sergi Guardiola y Ünal. No son cromos repetidos y su compenetración radica en sus diferentes características. La funcionalidad mayor de Sergi Guardiola fuera del área mejora la referencia rematadora de Ünal. Ocho pases le dio en un triunfo que recoloca fenomenalmente al Valladolid.