La acción de Abelardo y los 243 pases del Getafe
La motivación y la pizarra
Se dice que el fútbol pertenece a los futbolistas y hay quien desdeña la labor de los entrenadores. La llegada de Abelardo al Espanyol confirma la primera afirmación al tiempo que desmiente la segunda opinión. El asturiano oficia como psicólogo y técnico. Ha logrado liberar a su vestuario para que vuelva a sentir el placer del juego, pero también le ha dado las herramientas tácticas necesarias para ser un equipo más compacto, entregado y peligroso. Bajo el traje de su 1-4-4-2, con Melendo y Darder como falsos hombres de banda y con el fichaje desequilibrante de Raúl de Tomás, el Espanyol conquistó ante el Villarreal todo el crédito posible para escapar de la desesperante situación que vive. Por dentro reúne jugadores de buen pie con la intención de encontrar superioridades —22 ataques por el centro— que aseguren el control y su capacidad de intimidación. Abelardo ha cambiado al Espanyol.
La simplicidad
Si el Barcelona de Setién es noticia por sus 1.005 pases, otro equipo de LaLiga también debería serlo por golear con apenas 243 pases sumados. Aunque no sea una novedad por su hoja de estilo, el Getafe volvió a ganar a su manera. No se entiende al conjunto de Bordalás sin la gracia buscada del balón parado. Su victoria se proyectó de nuevo en un saque de esquina rematado por Cabrera. Es su séptimo gol desde el córner esta temporada y esta cifra significa el dato más alto de la competición. Cabrera se ha ido, tras una contratación rápida y acertada del Espanyol, pero el Getafe seguro que se mantiene.
Dos delanteros
Desde cualquier perspectiva, no hay mejor partido posible para apaciguar el estado de crisis. El Mallorca desbordó al Valencia y Vicente Moreno volvió a quedar acreditado como un entrenador importante. Su abnegación constante por buscar fórmulas que mejoren a sus equipos resulta encomiable. Apartó el sistema de tres centrales de Granada y del partido copero contra el Zamora para regresar al 1-4-4-2 con Cucho y Budimir en la punta del ataque. A nadie le sentó mejor la presencia del delantero colombiano que al croata. La movilidad del primero originó los huecos en el área para el segundo y los centrales del Valencia equivocaron las vigilancias al haber dos referencias rivales que cubrir. Budimir fue el futbolista de la jornada que más jugadas de gol generó (3).
El principio de algo
El Betis que se esperaba desde inicio de temporada apareció con fuerza frente a la Real Sociedad. La coreografía del primer tiempo fue perfecta con un planteamiento valiente y agresivo, que combinó una presión alta para desfigurar la salida de la Real Sociedad con un trato de balón notable. Borja Iglesias ya ha llegado, con Joaquín siempre se puede contar y Canales y Aleñá forman una pareja de quilates cerca del área. Dieron ritmo, movilidad y precisión en cada una de sus intervenciones. En el Betis se identifica el talento.