Garitano le ganó la partida a Zidane en esta oportunidad
Garitano sospechaba que no iba a jugar Isco y eso le hizo agitar la pizarra en Lezama. Se anticipó a la idea de Zidane y le hizo jaque mate. Se olió que el Madrid saldría con un 4-3-3 y diseñó una estrategia que este año solo puso en liza en el Villamarín, para parar la hemorragia provocada por Joaquín. Con Rodrygo y Vinicius abriendo el campo, taponó su arte en base a un 5-3-2.
Lo de poner a Vesga fue un sorpresón, sobre todo tras los 90 minutos de Copa ante el Intercity. Pero había que frenar el juego aéreo rival. Con su estrategia, el técnico deriotarra envió al Madrid a abandonar el juego combinativo. Sin Muniain ni Aduriz, con jugadores con pocos minutos de competición (Lekue, Núñez, Kodro, Villalibre...) y un nuevo sistema. Si te sale mal, te queman en la hoguera de las críticas. No se rompe la maldición de casi 15 años, pero ¡qué puntazo!