Hubo Clásico, faltaron goles

Lo primero a celebrar fue que el partido, en efecto, salió adelante. Fuera hubo líos, carreras, algunos contenedores quemados, pero dentro del campo eso no se sintió. El partido se jugó con toda garantía, aunque para decepción general se nos escurrió sin ningún gol, ni grandes paradas de los porteros tampoco. Fue un buen partido del Madrid, que con sus cuatro centrocampistas ocupó bien los espacios y manejó el juego. Arriba quedaban Benzema y Bale. Benzema está fuera de sospecha, Bale no tanto. Cunde la sensación de que se hace el despistado para los partidos menores, a fin de lucir en los mayores. Pero el de ayer era de los mayores y...

Hablando de partidos mayores y menores, algo o bastante de eso le pasa también a Messi, que acumula hat-trickcs en otro tipo de choques, pero que ayer apenas ofreció un par de arrancadas. En un encuentro tan apretado, tan táctico, se echó en falta que los grandes artistas pusieran un punto de diferencia. Eso faltó. Ausentes ellos, la noche estuvo en pies de los jornaleros de la gloria, entre los que destacó una vez más Valverde. A los de mi quinta nos recuerda a Félix Ruiz, un interior navarro de ida y vuelta que llegó al Madrid junto a Zoco, fue perseguido por lesiones y, tremendo fumador, acabó muriendo de infarto aún muy joven.

El empate final es una victoria para el Madrid, por haberlo conseguido en el Camp Nou, porque manejó el partido y porque puede quejarse del no-VAR. Eso sí: faltó compañía para Benzema, porque Hazard no estaba y porque Zidane, con buena intención que no se ve premiada por los hechos, tiró de Bale antes que de Vinicius o Rodrygo. El Madrid está corto por delante, cuelga de Benzema, que merecería algún acompañamiento mejor que ese legañoso Bale que vimos anoche, o el tímido Rodrygo. Respecto al Barça, ya se sabe que son Messi y diez más. Si no aparece Messi, lo que queda son los otros diez. Y eso no da para apurarle al Madrid.