Crisis de gol y un punto que sí que vale
Dos consecuencias dejó la visita de la Real. Una, que el punto vale, que sumado al de Vigo son más de lo obtenido en estas últimas dos jornadas por Celta, Espanyol, Eibar, Mallorca, o Alavés. Sumar un punto no es demasiado, pero al final de la temporada todos los empates serán determinantes para alcanzar la cifra de la permanencia. La Real demostró un nivel ofensivo notable. Tiene una gran pegada y ha fichado lo que ha querido este verano, Odegaard, Monreal, Portu, Merino… pero el Real Valladolid tuvo sus dos o tres momentos claros para ganar. Es verdad, no pudo o no supo ganar, pero no perdió y siguió sumando. Y a día de hoy está en los números de permanencia, seis puntos por encima del descenso y diez por encima de los dos últimos de la tabla. Lo hubiéramos firmado todos.
Y luego está la falta de gol, que es latente tras cuatro jornadas sin marcar. Pero esto no es algo nuevo en el Valladolid de Sergio. El año pasado acumuló dos rachas similares. En el inicio de Liga no marco ante Girona, Barcelona, Getafe y Alavés. Y en la segunda vuelta ante Huesca, Villarreal, Barcelona y Betis. Y de todas esas crisis se salió y se logró el objetivo. Parece evidente que este Valladolid juega a no perder, sobre todo, para tener su momento de ganar. Por eso es un equipo equilibrado y difícil de derrotar, pero con limitaciones ofensivas. Y es lo que hay y lo que permite una temporada más ir cumpliendo el objetivo. Conclusión, Sergio no es Paco Jémez y por eso sigue en Primera.