Messi, bala de plata y Balón de Oro
Messi, Messi, Messi... Una palabra en la boca de todos los aficionados del Barça, del Atlético, del Madrid, de cualquier espectador del partido. La noche lluviosa del Metropolitano nos mostró un partido equilibrado que se encaminaba al empate hasta que Messi, la bala de plata del Barça, dijo no. Una arrancada por su callejón favorito, perfecta pared con Luis Suárez y tiro al rincón. Culminaba así su partido, en el que una vez más fue el mejor de los suyos, quizá repartiendo méritos con Ter Stegen, que sostuvo al Barça en la primera media hora. Se ha filtrado que recibirá hoy el Balón de Oro, diez años después del primero. No se cansa de jugar bien.
Perder este partido distancia al Atlético de la cabeza ya demasiado, visto cómo va el Madrid y cómo va Messi. Le está ahogando su falta de gol. Hizo una gran primera media hora, en la que el Barça se desconcertó, un mucho por el Atlético y otro mucho porque su lateral izquierdo, Júnior, era un coladero imponente. Pero tanto empuje se tradujo en pocos remates, y los dos de verdadero peligro los paró Ter Stegen en acciones de alto mérito. También, sí, dio un balón al palo, pero en rebote, hubiera sido autogol. En sus escasas salidas, generalmente por Messi, el Barça daba más sensación de tener cercanía al gol que el insistente Atlético.
Por lo demás, fue un partido de alta intensidad con el detalle feo de los gritos siniestros a Griezmann. En el Atlético, la noche fue la confirmación de Herrera como indispensable. Un fichaje que crece, mientras de João Félix se sigue esperando más: no basta con alguna genialidad cada 20 minutos. En cuanto al Barça, hay poco donde mirar aparte de Messi. El equipo no acaba de encontrar el hilo a los partidos, pero tiene esa bala de plata con la que resuelve tantísimos. ¿Y Mateu? Pues el hombre del “sigan, sigan” se ha vuelto de golpe puntilloso y regó con ocho tarjetas un partido noble, aunque se arrugó a la hora de mostrar la segunda a Piqué y Vitolo.