Una vergüenza que apunta a Chen

Una bomba. Todo se tuerce demasiado rápido en el Espanyol. Se pasa de una temporada brillante que valió para tocar el cielo europeo a quemarse en los infiernos apenas seis meses después. Se pasa de un ganar 1-0 a Osasuna para aliviarse a perder 1-2 en apenas tres minutos, con un grosero error de Bernardo y otro despiste en el segundo palo. Toda la suerte europea se torna en desgracia en LaLiga, mirado el Espanyol por un tuerto. La salvación ya adquiere tintes de milagro salvo cambio brusco. Y las dudas también apuntan ahora a la directiva, pidiendo su dimisión al mismo tiempo la Grada Canito y la Juvenil, mientras los hinchas de Osasuna celebraban en sus localidades y los más angustiados abandonaban la vergüenza vivida en Cornellà-El Prat.

Cambio radical. El aficionado del Espanyol tiene un doctorado en partidos por la supervivencia, por eso no le extrañó que ocurrieran tantas cosas en 90 minutos. Pero todo quedó en anécdota, tanto el gol gracias al VAR de Marc Roca, la remontada de Osasuna, la impotencia de los jugadores, el estreno goleador de Calleri, la defensa de cuatro que intentó el técnico ya a la desesperada y la incursión de Melendo. Todo fueron minucias después del esperpento vivido en la segunda parte, en la que los blanquiazules apenas incordiaron a un rival con un jugador menos y recibieron dos goles. Los jugadores se quedaron en el centro del campo a aplaudir a los aficionados bajó una bronca atronadora, nunca vista en la reciente historia del RCDE Stadium.

Anécdotas. Propensos los aficionados (de nuevo solo 21.000) a animar al inicio del encuentro, se oyeron también gritos de “Diego, Diego” tras una soberbia parada a Torres y aplausos a Calero. Anécdotas después del desenlace vivido. La desesperación era palpable, en el césped y en la grada, con Machín asistiendo atónito a cómo las buenas sensaciones iniciales se han tornado en pesadumbre. El Espanyol está muerto y necesita un severo electroshock. "La plantilla más equilibrada de la historia", en palabras del vicepresidente, Carlos García Pont, ha sumado nueve puntos en 15 partidos y no ha sido capaz de ganar en casa. Los jugadores están a años luz del rendimiento del curso pasado y ni Gallego fue la continuidad de Rubi ni ahora Machín está siendo la solución a todos los males.

Soluciones. El Espanyol se quema en el infierno ante la impunidad de una directiva que ha ganado 28 millones este verano en ventas. Poco le importó que se mermara el equipo, incluso Machín tuvo que rectificar cuando pidió un delantero públicamente. Y, entre este fuego, Chen aterriza esta semana para decir que el Espanyol está más saneado que nunca. Una realidad como un templo, aunque o toma medidas ahora en diciembre o quizás el club perico es el más rico del cementerio de Primera.