Un gran año de Sainz

Acaba el Mundial de Fórmula 1, ya en diciembre, y lo hace con Carlos Sainz en una sensacional sexta plaza final, al volante de un McLaren que ha ido de menos a más pero que sigue estando en la segunda división de los grandes premios. Más allá del propio valor de esta clasificación, también materializa la magnifica temporada que ha protagonizado el madrileño, su afianzamiento como uno de los valores indiscutibles de este deporte. Porque al igual que Verstappen en Red Bull y Leclerc en Ferrari, Carlos forma parte de la generación de pilotos que debe tomar el protagonismo en los próximos años, especialmente a partir de 2021 cuando entre en vigor la nueva legislación técnica, que en teoría debería revolucionar la especialidad. O al menos eso se pretende.

Con los nuevos coches quizá el orden jerárquico de las escuderías se modifique y llegue así la verdadera oportunidad para Sainz. Porque es evidente que sin un monoplaza más competitivo parece difícil que su evolución sea constante, que pueda mostrarse tan ambicioso como le legitima su talento. La pelota está, por tanto, en el tejado de McLaren. En Woking saben que tienen una magnífica pareja de pilotos, Norris tampoco ha defraudo, así que sólo les queda trabajar para llevar a esta escudería legendaria al lugar que le corresponde. Y no me refiero ya tanto al próximo año sino, como digo, al siguiente, entonces debería producirse la consolidación definitiva del español. Porque como él mismo ha explicado, no está en la F1 sólo para hacer algún podio...