Agosto de 2002. Manchester. Diego Forlán lleva unos días entrenándose en Carrington, la ciudad deportiva del Manchester United. El delantero uruguayo acaba de fichar por el equipo de Old Trafford. Igual que el portero español Ricardo. Un amigo del guardameta internacional acude varios días al entrenamiento y charla de fútbol con Forlán. En todas las conversaciones hay un tema recurrente. El deseo del uruguayo de jugar en la Liga española, concretamente en el Atlético de Madrid. En el United, Ferguson no le dio la bola que se merecía, como a Ricardo. Y Forlán consiguió su objetivo en dos fases. Primero, jugar en la Liga española triunfando en el Villarreal como Pichichi y Bota de Oro y después, fichar por el Atlético.

En el Atlético, además de volver a ser máximo goleador de la Liga y Bota de Oro, consiguió junto a los De Gea, Antonio López, Raúl García, Kun Agüero, Simao y compañía, con Quique Sánchez Flores en el banquillo, que el conjunto colchonero volviera a ganar un título. Desde el histórico Doblete de 1996, el Atlético no lograba alzar ninguna copa y en la final de Hamburgo de la Europa League rompió el maleficio de 14 años con Forlán de protagonista al marcar dos goles en aquella final ante el Fulham. Forlán es un gran campeón que lideró a su Uruguay para ser cuarta en Sudáfrica 2010 y él, Balón de Oro de aquel Mundial. Este Premio AS también te lo mereces, Diego.