Madrid. Madrid. Madrid. Por este orden

Cuando un galés sale gracioso no hay quien se resista. Te partes de risa con sus bromas y con su arte. Así es Bale. Porque no me digáis que lo de la pancartita "Gales. Golf. Madrid. Por este orden", no tenía gracia. Una jartá de reír tuvo el madridismo. Solo un cachondo como Chiquito de Cardiff, que es capaz de "lesionarse" para jugar de blanco, no de rojo, y que no aporta lo que debería a su equipo, se divierte con una estúpida pancarta que divide, porque a diferencia de la suma, en la que el orden de los factores no altera el producto; en la división (que provoca con esa chorrada), el orden sus prioridades sí altera el producto, el producto es peor. Si Bale recordara de dónde provienen sus ingresos y en qué cantidades, su pancarta diría: "Madrid, Madrid, Madrid. Por este orden".

No es la primera vez que nos desternillamos con sus ocurrencias, que ya las quisieran en Cai. En la final de la Champions de 2018, ganada por el Real Madrid, en la que Bale marcó un gol de chilena desde el cielo, Cristiano y él montaron una función esperpéntica de declaraciones y gestos de arrogancia y egos. Ese humor absurdo de aquel dúo, en el lugar y en el momento inadecuado, no lo entendió ni Florentino Pérez, que recordó que el club está por encima de cualquier jugador, aunque sea tan bueno como el galés.

Siguiendo el ejemplo de Bale, Piqué, empresario promotor de la Copa Davis en su nuevo formato after hours (jugando hasta las cuatro de la mañana), también desplegará una pancarta. El capitán del Barça consiguió que la Davis se jugara en instalaciones del Ayuntamiento de Madrid, que la Comunidad y el Ayuntamiento aportaran cinco millones de euros cada uno, y como guinda que España ganara la ensaladera por sexta vez ¡¡¡vamos!!! En el próximo partido en el Camp Nou se podrá leer "Madrid, Tenis, Barça". Por este orden. Estoy seguro que si Ramos quisiera organizar algo parecido en Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento se portarían igual que en Madrid, con Ramos y Pilar Rubio sentados en el palco por delante del presidente Torra y la alcaldesa Colau, y aportarían lo mismo, o quizá más. ¿Alguien cree que no?