El eterno combate Norte-Sur
El Mundial de rugby se acerca a su resolución con unas semifinales apasionantes: Inglaterra-Nueva Zelanda (sábado) y Gales-Sudáfrica (domingo). El eterno combate oval del Norte contra el Sur, del VI Naciones contra el Championship. La táctica y la defensa frente al dinamismo y el ataque. La guerra de los mundos.
Las cuatro selecciones que han aterrizado en esta ronda vuelan entre las cinco primeras del ranking mundial. Tan sólo falta Irlanda, tercera en el escalafón, para que el dibujo cumpliera los cánones de perfección, pero el Trébol pagó sus titubeos de la fase de grupos, donde perdió ante la sorprendente Japón, con un cruce letal ante los All Blacks en los cuartos. Ese partido fue presentado por más de uno como una final anticipada, porque los irlandeses habían sido quienes más habían incordiado a los neozelandeses en el ciclo mundial, pero en este campeonato han estado para pocos trotes y salieron vapuleados del país nipón. Así que, a falta de más falsos anticipos, nos topamos este fin de semana con el partido más esperado y con el partido de los campeones. Un rico menú.
Hace cuatro años, la anfitriona Inglaterra no pudo pasar de la primera fase, y tuvo que ver por la tele cómo Nueva Zelanda se coronaba en su templo de Twickenham. La afrenta no está olvidada. Con un seleccionador foráneo, el australiano Eddie Jones, la Rosa se ha reactivado en este periodo. Durante la Copa Mundial ha apabullado a sus rivales, casi igual que los All Blacks. Son los dos equipos más en forma, con permiso de Sudáfrica. El precedente más reciente apunta a la igualdad: el único duelo en los últimos cuatro años acabó con un apretado triunfo oceánico (15-16), tras un polémico ensayo anulado a Underhill. Un día después, en la otra semifinal, asoman el Dragón y los Springboks, los vigentes campeones ‘regionales’ del VI Naciones y del Championship. Otro partidazo.