La sospecha sobre Celades y la indefensión del Betis
El respeto a lo viejo
A Celades se le mira con sospecha. Es una pulsión lógica por cómo y cuándo llegó al Valencia, aunque habría que empezar a verle con otros ojos. Su bagaje como entrenador es estrecho, pero ha demostrado cierta inteligencia en sus primeros encuentros. En el triunfo de mérito contra el Athletic retomó el 1-4-4-2, sacó partido del juego de transición y dio con una buena réplica defensiva. No fue un equipo de contraataque, con apenas nueve acciones en todo el partido, pero sí ganó a la contra por saber avanzar tanto por dentro como por fuera. Esta virtud ya la tenía con Marcelino y Celades ha respetado el legado.
La cuenta en contra
No finiquita el Betis su vulnerabilidad. Vive en el alambre por sus desórdenes en el repliegue y ya ha encajado 15 goles esta temporada. Se expone sin protección casi alguna. Los laterales son más bien carrileros y los boquetes en las bandas aclaran el panorama a los rivales. No se sincronizan en sus progresiones ofensivas. El Villarreal maniobró a partir de las caídas a los costados de Chukwueze o Gerard Moreno sin encontrar resistencia alguna. La soledad de William Carvalho en el carril central da para otro capítulo.
El cauce de la ilusión
El fútbol acostumbra a premiar a proyectos continuistas, esforzados y decididos. LaLiga se descubre ante el Granada de Diego Martínez, protagonista del mejor arranque histórico del club nazarí. Definir a un equipo como reconocible es uno de los principales elogios que se le puede dedicar. El inicio heroico del Granada se asienta en una vía de ataque directa -64 pases largos ante el Leganés-, enérgica en la disputa y mimetizada por jugadores de hierro como Soldado y Puertas. El gol del último triunfo surgió de la pelea del primero y el apoyo del segundo. Al Granada no le tiembla el pulso en meter balones al área desde cualquier zona del campo. Montoro, extraordinario otra vez, y Víctor Díaz aparecen como primer y tercer futbolista que más envíos a los metros finales firmaron en esta jornada. Un centrocampista y un lateral derecho.
La pierna fuerte
Garitano apagó el fuego que acechaba al Alavés. Su puesto peligraba contra el Mallorca y su equipo dio un respiro volviendo a lo que mejor sabe hacer. Fue un bloque intenso, más agresivo y más punzante con la doble punta en lugar de una medular tan poblada. La fiereza en las disputas -69% y 55% ganadas en el segundo y tercer cuarto del campo- y el control de la jugada posterior escenificó la mejoría del Alavés.
La buena nueva
Quien no lo tuviera en el radar ya conoce lo que puede ofrecer. El gol excelso de Edu Expósito al Celta honró su gran actuación. Había dudas sobres las prestaciones de un centrocampista de su finura en un sistema como el del Eibar, pero el crecimiento del ex del Depor pone en valor la confianza que le ha otorgado Mendilibar. Arropado por Sergio Alvárez y Escalante, se apreció su desarrollo en las acciones de presión y colocación para hacerse con los rechaces –ocho en total-, cualidades que todo jugador debe tener en el Eibar. De su entereza en el pase nadie ponía objeciones: 90% de acierto en las entregas.