Simeone tiene fe ciega en Thomas. Siempre la ha tenido. Le defendió en público y se mostró orgulloso de ver el nivel que muestra ahora. Cada año que pasa adquiere más protagonismo en el terreno de juego y ahora mismo parece casi insustituible. “Si Thomas hubiera llegado del United se diría que es fantástico”, llegó a comentar en una ocasión el entrenador del Atlético. El ser de la casa tiene estas cosas: la afición es más permisiva pero a la vez también algo más reacia a los elogios. Thomas no es una persona muy mediática. Le gusta poco salir en los medios y va a lo suyo. A jugar cada vez mejor y a ayudar al Atlético.
En el derbi mostró jerarquía y se echó a la espalda el juego del equipo madrileño. En el vestuario los que mandan son los Koke, Saúl, Oblak, Giménez, Diego Costa... En el campo el que empieza a mandar de verdad es él. Al club madrileño llegaron ofertas por Thomas, pero la intención es no venderle y que siga en la entidad muchos años más. La mejor noticia del derbi fue la aparición de Thomas en partidos de alta enjundia. Y lo mejor es que el centrocampista ya se ha creído que puede ser uno de los grandes.