La soltura de Thomas y el atasco interior del Atleti
La desconfianza ofensiva se ha instalado pasajeramente en el Atlético. Son tres los partidos en los que sólo ha podido marcar en acciones de estrategia –los goles de Savic y Herrera a la Juventus– y en los que ha exteriorizado ciertas dificultades para tener un propuesta de ataque compensada. Su juego se ha acotado a las bandas, con Trippier y Lodi como proyectiles, pero ha carecido de desarrollo por dentro. Los 23 centros en el duelo ante la Juventus son un dato que en sí mismo denota una idea a la que le faltan más argumentos. Apenas se han identificado asociaciones interiores, pese a los intentos de Simeone de acondicionar el sistema y a los futbolistas en esa dirección. Se anticipa en Mallorca un partido para la metamorfosis en este capítulo con las titularidades de Thomas y Morata, posibles origen y final en la producción del Atlético.
Thomas se ha consolidado como un jugador providencial en los automatismos de creación. No sólo impone su criterio en los cambios de orientación, característica que lució notablemente con sus desplazamientos a Trippier ante la Juve, sino que también es capaz de desenredar el fútbol con sus pases interiores y conducciones. Thomas salta líneas de ambas formas y compromete al rival con su velocidad en las entregas y poder de zancada y llegada. En los 30 minutos que jugó frente al Celta selló 11 pases hacia delante y seis envíos al área, situaciones que nadie había generado en todo el partido. Simeone decidió apostar de inicio por un 1-4-3-2-1, con Correa y João Félix más por dentro que por fuera para sumar una altura más a su equipo y que fueran Trippier y Lodi los que aportaran amplitud. La estrategia se quedó a medias porque nadie encontró a la mediapunta. Koke no dio ni un pase a João Félix. El Mallorca puede sufrir por la iniciativa de Thomas. Las rotaciones que planea Vicente Moreno, unidas a la mala actuación de Baba en Getafe, apuntan a achicar su dique de contención. El ghanés ha demostrado su competencia para hallar vías de entrada por el carril central al margen de la estructura utilizada: el 1-4-4-2 en rombo, relegado recientemente, el 1-4-4-2 con Koke y João por dentro...
El regreso de Morata también aumentará la proyección en ataque del Atleti. El enfriamiento goleador y futbolístico de Diego Costa se atemperará con la presencia de una referencia de área. Morata es un jugador dotado para atacar los centros laterales y para operar en las descargas y paredes interiores. En ese doble registro, Valjent y Xisco Campos -si RaÍllo no llega a tiempo- pueden quedar en delicada posición ante el ajetreo de Morata. Hay partidos que requieren el perfil de determinados futbolistas y los rasgos de Thomas y Morata encajan en un duelo en el que al Atleti siempre le podrá asistir el balón parado. El Mallorca ha recibido ya tres goles en saques de esquina, aunque el posible descanso de Trippier reducirá la calidad del golpeo de los de Simeone.
La asociación fluida
La aparición de Thomas resultó capital para encajonar al Celta en el tramo final. Su visión traspasa las líneas oponentes y casa con la actitud de Morata. El delantero se abre en el área para ofrecerle el posible pase. La jugada acaba en remate a portería.