El Pucela debe buscar puntos y serenidad ante el Granada

Doble objetivo para el Real Valladolid ante un Granada que llega con el cartelito de equipo revelación. El primero ganar, sumar tres puntos y alcanzar una cómoda situación en la tabla. El segundo, lograr una estabilidad y serenidad necesaria. El ambiente está un poco enrarecido tras la derrota de Villarreal y la floja imagen dada por el equipo de Sergio. Es normal. El personal se inquieta viendo cómo se escapan las jornadas y el Valladolid no gana. Y tras el empate cosechado ante Osasuna en el primer choque como local, ha llegado el momento de hacer valer el factor campo. Zorrilla no puede ser el campo en el que casi todo el mundo saca tajada. Por eso es fundamental hacer esta tarde un buen partido y demostrar que al amparo de su público los de Sergio van a generar el porcentaje necesario de puntos que les aseguren la permanencia.

Y con respecto al partido de Villarreal es de desear una mejora sustancial. Salvo a Sergio, al que le gustó su equipo, a casi nadie le convenció el rendimiento ofrecido en El Madrigal. Poco en las bandas, con un doble lateral y un central reconvertido que no sube, y un medio campo que acabó superado. La pareja Míchel-Alcaraz naufragó y en esa sala de máquinas debe buscar respuestas inmediatas el entrenador. No fue un buen partido y llega de inmediato la posibilidad de sacarse la espina. El Granada llega fuerte pero no asusta. Mientras, sería conveniente no olvidar el presupuesto con el que el Valladolid compite para no perder la perspectiva real y saber siempre dónde estamos y de dónde venimos