"...Se hace camino al andar"
¿Qué os ha llamado más la atención en estas primeras jornadas de Liga? ¿La destitución de Marcelino? ¿El heroico gol de Aduriz? ¿La lucha shakesperiana entre la Federación y LaLiga? Hay mucho donde escoger, pero yo me quedaría con el interés creciente por la Primera Iberdrola (la liga femenina).
En los últimos tiempos, por interés o verdadera convicción, los medios de comunicación están haciendo reportajes en prensa o televisión que nos hablan sobre las mujeres en el fútbol. Y todos terminan con la misma moraleja: "Cada vez hay más mujeres jugando y eso es porque la sociedad avanza". Pero no es así. Las sociedades NO mejoran: se las hace mejorar. Las comunidades no son seres vivos que se desarrollan hasta alcanzar la perfección. Se avanza porque la gente se moviliza, se organiza y se expone a la burla (o violencia) de los demás. En el caso del fútbol jugado por mujeres, apenas se habla de quienes caminaron entre la selva para abrir ese sendero por el que caminarán las demás. Los medios muestran este avance como si hubiera ocurrido por inercia y de forma indolora. Y nunca ocurre así.
El anterior seleccionador español, Ignacio Quereda, sólo fue relegado del banquillo cuando las jugadoras se amotinaron en 2015. Llevaba 27 años en el cargo con unas escasas capacidades técnicas. Años antes, en 1996, una carta contra ese mismo entrenador (protegidísimo de Villar), le costó el puesto a la responsable federativa del fútbol femenino y la jugadora firmante de esa misiva no volvió a ser convocada. Tampoco se suele contar la denuncia que 60 jugadoras internacionales pusieron a la FIFA ante la comisión de derechos humanos por jugar en césped artificial en el Mundial de Canadá. O el castigo de la UEFA a la selección danesa por no presentarse a un partido clasificatorio para reivindicar igualdad de salarios. Conviene recordar que, para brindar, antes hay que descorchar la botella. Y que, muchas veces, quienes construyen escaleras hacia el cielo, han tenido que bajar al infierno.