Ba-lon-ces-to sólo hay uno
Aquella palabra troceada por Pepu Hernández en Plaza Castilla hace trece años tras la conquista del primer Mundial escondía la reivindicación de un deporte: ‘Ba-lon-ces-to’. Esas cuatro silabas acogen a todos: a las selecciones nacionales y los torneos de la FIBA; a las ligas estatales, que en España ha alzado al liderazgo continental la ACB; a los galácticos profesionales de la NBA; y a los grandes de Europa representados en la Euroliga. La gloria de uno hace más grande a los otros, aunque a veces pueda parecer lo contrario. Así lo expresó Jorge Garbajosa en su visita a AS con la Copa Mundial. Después del éxito de la Selección en China, llegará este fin de semana, apenas sin descanso, la Supercopa. Por sí misma ya tiene bastantes ingredientes de interés, como ese morbo de ver a Nikola Mirotic en Madrid con la camiseta del Barça. Ahora hay que añadir también a la cazuela a seis campeones del Mundo y a tres subcampeones repartidos en los equipos participantes. La inercia del oro sembrará de atractivo la competición nacional. Y eso es bueno para todos.
Durante el Mundial, Garbajosa escribió una columna en AS en la que agradecía la aportación de la Liga Endesa. Al día siguiente fue Antonio Martín quien devolvía las flores a la FEB en otro artículo. En la final de Pekín hubo 14 jugadores actuales de la ACB. Las selecciones se nutren de los clubes y la competición española recolecta ahora una parte del éxito internacional. Esta semana se celebra la Supercopa; la próxima arranca la Liga; la siguiente despega la Euroliga, y en octubre emerge la NBA. El caótico calendario se sucederá apelotonado, para luego permitir vacaciones de varios meses en muchos casos. Habrá fechas solapadas, alguna zancadilla... Y reviviremos la sensación de que cada uno quiere hacer suyo el baloncesto, cuando ‘ba-lon-ces-to’ sólo hay uno.