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Un rival eléctrico con un puñal y un martillo

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Alcácer encontró su equipo ideal. Para un rematador al primer toque tan certero como el valenciano, caer en un conjunto que mete tantos centros en el área es una bendición. El Dortmund incorpora a los laterales y profundiza a menudo con los extremos, por lo que cuenta con cuatro posibles suministradores desde los costados. Alcácer lo está agradeciendo y su ratio goleador se mantiene en promedios fuera de lo común. Lleva cinco goles en cuatro jornadas de Bundesliga –ocho en seis partidos si contamos los de la Selección- y, a diferencia del curso pasado, se ha consolidado como titular indiscutible, ya que ha formado parte del once inicial en todos los encuentros. Contra el Barcelona tendrá cuentas pendientes.

Sancho siempre pesa. El talento inglés ha dado una asistencia de gol en cada una de las cuatro jornadas que llevamos de Bundesliga, y además ha marcado en dos de ellas. No hay partido en el que su calidad no impacte en el resultado. Es el gran generador de ocasiones del momento en el fútbol europeo. Ya no es que sea un espectáculo verle arrancar, driblar o desbordar: es que además es enormemente productivo.

Con Hummels también encajan. El 4-0 al Leverkusen supuso el primer encuentro en el que el Borussia dejó su propia portería en blanco en lo que va de temporada. Había recibido cinco goles en las tres primeras jornadas, defendiendo especialmente mal los saques de esquina en la derrota en Berlín ante el Unión. Matts Hummels ha llegado para intentar paliar los problemas que acusó el equipo el curso pasado, cuando concedía goles con demasiada facilidad y era incapaz de mostrarse sólido. La pareja que el campeón del mundo en 2014 forma con el suizo Akanji suena bien, pero quizá necesite tiempo para funcionar como un reloj. También genera dudas que Hummels pueda, con casi 31 años, defender a campo abierto como lo hacía en los tiempos de Klopp… y como también le pide Favre que haga en un conjunto que se expone mucho.

Ser más conservador le trae malos recuerdos. Favre usa siempre en Bundesliga un 4-2-3-1 en el que Reus actúa por detrás de Alcácer. Se ha especulado con la posibilidad de que modifique el esquema frente al Barcelona para poder igualar las fuerzas numéricamente en la medular, pero cuando hizo esa misma maniobra la pasada campaña ante el Tottenham cayó con estrépito en Wembley (3-0). Ese día formó con un 4-3-3 y le salió mal: atacó peor y no defendió mejor.

Schulz, baja importante. El lateral izquierdo fue uno de los grandes quebraderos de cabeza el curso pasado, hasta el punto de tener que improvisar en esa demarcación a centrales como Diallo o Zagadou o incluso a Achraf. El fichaje de Nico Schulz, que venía jugando a un gran nivel en el Hoffenheim hasta el punto de alcanzar la selección alemana, solucionaba el problema, pero se ha lesionado y no estará ante el Barça. Guerreiro apunta a titular.

Talento en tres cuartos. Las otras dos incorporaciones del verano, Julian Brandt y Thorgan Hazard, proporcionan aún más alternativas en la línea de medias puntas.