Alcalde, café para todos
Casi cuatro meses sin fútbol en el estadio. Desde el Real Valladolid-Valencia, de infausto recuerdo, Zorrilla no ha vuelto a abrir sus puertas. Y lo hará el domingo con nueva cara. Sin ese foso lamentable que alguien decidió poner el día en el que se construyó en 1982. Con alguna butaca más y con récord de abonados que garantizan ambientazo en cada uno de los choques que allí se vayan a vivir. El club va dando pequeños pasos, pero seguros. La idea del presidente Ronaldo es la de lograr un recinto moderno y cómodo acorde con los tiempos que corren. Otra cosa es que la economía del club permita que el lavado de cara sea total, mayor o menor. La sensación que da es que, a pesar de la municipalidad de la instalación, quien deberá hacer casi todo o todo el esfuerzo económico será el club. De momento, ha pagado ya la obra del foso y lo único que tiene encima de la mesa es una valoración por hacerse con la propiedad del edificio, sin suelo, que parece muy por encima de la realidad de lo que el Valladolid puede acometer.
Todos queremos un estadio mejor, pero Ronaldo no va a hipotecar a la entidad por conseguir lo que desde 1982 no han hecho ni el Ayuntamiento, el propietario, no lo olvidemos, ni los dueños anteriores del club blanquivioleta. Si queremos una gran instalación que disfrutan todos los valisoletanos y que es de todos los vallisoletanos, alguien más que Ronaldo debería pagar la fiesta en cuestión. Aquí no vienen Gloria Gaynor, ni Franz Ferdinand con entrada libre pero sí lo hacen Messi o Hazard y encima hay que pagar por verlos. Alcalde, café para todos.